Capitulo 4
Todos caminamos hacia el parque de diversiones, que quedaba más o menos cerca. En todo el camino no las pasamos bromeando y riendo. Ellos son como me los imaginé. En cuento nos acercamos los chicos se pusieron sus gorritos y los lentes, al llegar compraron cinco boletos y caminamos hasta el centro del parque.
—Bien, ¿En donde nos montamos?—pregunto Luke poniendo sus brazos en jarra.
—Diva...—canté para mi misma.
Ashton y Mike, quienes estaban a mi lado, ahogaron una risa. Calum y Luke nos miraron confundidos, yo solo solté una risita.
—Yo digo que nos montemos en la montaña rusa—sugirió Calum.
—¡Si!—exclame con emoción—¡Igual que en Try Hard!
—Tu amiga es muy tierna—le dijo Luke a Ash, yo sonreí con las mejillas encendidas.
Y aquí voy, empecé a temblar de nuevo.
—Yo la apoyo, es muy divertido—dijo Mike levantando los hombros.
—Bien, vamos—dijo Calum.
Caminamos hacia la gran fila de la montaña rusa y nos quedamos ahí a esperar nuestro turno.
—¡AHHHHH!—Luke grito.
Calum, quien estaba a su lado, se sobre sobresalto y yo solté una risita.
—¡¿Que mierda pasa contigo Lucas?!—exclamo Calum mirando a Luke molesto—¡Casi me rompes un timpano!
Luke solo señalo hacia una dirección y todos volteamos. Yo rodé los ojos. Claro, debí imaginarmelo. Un gran peluche de pingüino.
—¡Yo lo quiero!—exclamo Luke dando brinquitos—¡Yo tengo que tenerlo!—tomo a Calum por los hombros y empezó a sacudirlo.
—¡Bien! ¡Bien ¡BIEN!—grito Calum tomando de los hombros a Luke—¡Lo tendrás! ¡Lo tendrás! Solo, calmate ¿Si?
Luke asintió como un niño pequeño que fue regañado por su mamá, se veía súper tierno.
—¿Quien irá por el peluche con Luke? Digo, si queremos ir a la montaña rusa alguien se tiene que quedar aquí—dijo Calum.
—Yo puedo ir—dije ofrenciendome.
—Yo también—dijo Ashton.
—Bien, yo me quedaré aquí con Mike—dijo Calum y nosotros asentimos.
Los tres nos acercamos al puesto y vimos el gran peluche.
—¿Cuánto por el peluche?—le pregunte al vendedor.
—No está en venta amor, si lo quieres tienes que ganártelo—dijo el chico que atendía, me hizo una mirada coqueta y yo solo levanté una ceja.
—Bien, ¿Que hay que hacer?—pregunto Ashton con el ceño fruncido.
—Solo tienes que tirar esas botellas que ves ahí—señalo las botellas—Tres pelotas por 1 dolar.
Ashton fué el primero, pago y le entregaron las tres bolas. Una. Dos. Tres. Falló las tres veces.
—Lo siento mucho—dijo el chico en el mostrador fingiendo lastima.
—Quiero intentarlo una vez más—dijo Ashton dandole otro dolar.
El chico le dio otras tres pelotas, pero también falló.
—¡Oh por favor Ashton! ¡No debe ser tan difícil!—exclamó Luke molesto.