Train - LipSoul

cap 101: [VI]

⌞⚠︎⌝

Luego de hablar con Jiwoo y cambiar la mitad de su plan, se dispuso a informarle a Jinsoul lo que debería hacer. Por lástima todo el comienzo del largo proceso para entrar a las bases gubernamentales le tomó más de lo que esperaba y a penas pudo dormir tres horas, encima debían seguir el camino a su próxima parada, cada vez quedaba menos.
Las ojeras eran súper notorias pero aún así, la mayor, decidió esconder la verdad a su amada.

JG: Te ves cansada.
JL: Es el frío no te preocupes.
JG: ¿Pudiste avanzar?
JL: Logré quebrar el primer sistema de encriptado pero tienen como cinco más.
JG: ¿Lo lograrás?
JL: Sí cariño no te preocupes.

Jinsoul besa tiernamente su frente sintiéndose muy culpable y la vez «presionada», pues no estaba segura que lograría hacer todo lo que debía, en un sólo día. Era simplemente demasiado. Muchos códigos y contraseñas que debía descifrar. Pero al pensar en sus razones para hacerlo, su vida se iluminaba; debía volver con Sooyoung, debía conseguirlo para seguir su vida junto a Jungeun y para conocer a Jiwoo. Y por supuesto que tenía una cita con el perro de la amiga de Jungeun —¿cuál era su nombre?—, por desgracia, su motivación se ve interrumpida por un feo recuerdo.

¿Sus padres siquiera habrán notado su ausencia?

No necesitaba una respuesta, ya que era lógicamente una negativa, ella fue un error y lo seguirá siendo, pase lo que pase.

JG: Cariño, ¿estás bien?
JL: Sí, ¿nos vamos?
JG: Aún tenemos una hora para que oscurezca.
JL: ¿A dónde iremos ahora?
JG: Hay un problema con eso...
JL: ¿Qué?

Jinsoul luchaba con no quedarse dormida mientras hablaban.

JG: Necesito saber que prefieres para fijar nuestra ruta. Encontré un camping a dos horas a pie de la ciudad pero también hay una cárcel abandonada a cuatro. No sé si prefieres caminar de día o terminar todo cuanto antes.
JL: Vayamos al camping, la cárcel parece un poco tenebrosa (se sacude)
JG: Sinceramente me da más miedo este cuarto.

Jinsoul ríe y se queda pegada mirando el brillo de esos ojos, esos ojos que tan loca la traían.

JG: ¿Se te perdió algo? (levanta una ceja)
JL: Simplemente me perdí en tu belleza.

De repente y sin siquiera esperarlo Jungeun muerde su labio, luego, mediante un roce de manos atrae a la rubia hacia ella. Sus miradas se mantienen fija una en la otra mientras con lentitud la menor se pega más y más a Jinsoul, por instinto la rubia reacciona de la misma manera. El brillo —que tanto le gustaba a la mayor— en sus ojos aumentaba cada segundo y era visible gracias a los leves rayos de luz lunar que entraban por las viejas maderas.

ᴊɪɴsᴏᴜʟ ᴘᴏᴠ

Su mano acariciaba mi mandíbula y se resistía a besarme.

¿Será que la asusto?

Los pensamientos negativos nunca dejarían de atormentarme, puedo estar acompañada de la mujer más fantástica del mundo, aun así el trauma que generó Hyunjin en mi nunca se irá. Nunca.

Por suerte, ellos se fueron al sentirla sobre mi regazo, era más liviana de lo que creía. Sus delgados brazos envuelven mi cuello y se acerca con lentitud a mis labios.

Sus facciones relajadas, su tacto en mi piel, nuestras respiraciones sonando como si estuviesen conectadas, el sentir como sus caricias avanzaban por todo mi cuerpo era una exacta definición de perfección.

¿En qué momento comencé a enamorarme de la rubia antipática?

Me tenía totalmente loca, me derretía por ella y sólo por ella.

Era imposible el seguir resistiéndome, sin más tomo sus hermosos labios para unirlos con los míos.

(...)

No sé cómo ni cuándo terminé recostada sobre ella, con la mitad de mi cuerpo al aire. Francamente no me importaban los grados que marcara el termómetro, este momento era nuestro.

En este instante solo tenía una cosa clara, el hecho de que estuviese tan cerca mío, con su boca entre abierta debido al movimiento de nuestras pelvis, ese vaivén exquisito que nos estaba proporcionando algo más allá del placer.

Deslicé mi mano por debajo su ropa interior y fuera de sentir una humedad creciente allí abajo, sentí como se tensaba con un sólo roce.

¿Acaso ella nunca?

JG: S-soul cariño so-solo sigue (gime) sigue por favor.

Besé dulcemente sus labios para controlar sus gemidos, con todo este frenesí no pude evitar hacer otra cosa. A medida que mis toques incrementan su velocidad allí abajo, ella se apega más a mi —aunque fuese prácticamente imposible—.

«Te amo tanto Jungeun» susurré de forma casi inaudible, y a la vez escondo mi rostro en su cuello. Por el contrario, ella lleva sus manos hacia ambos lados de mi rostro y poco a poco me va alejando.

JG: M-mírame am-amor.

Cualquier cosa que saliera de su boca, a estas alturas, era un gemido. Me limité a cumplir con lo que me pedía, no sin antes morder mi labio, me era imposible seguir conteniéndome, dudo que ella lo lograría por mucho más tiempo. Decidí empezar mis embestidas, no sin antes asegurarme que ella estuviera bien. Me detengo un segundo porque eso logre leer de su cara, pero estaba equivocada, me rogó que continuara.

JL: Ca-cariño no quiero lastirmarte, ¿estás segura?
JG: H-hazlo por f-favor Soul, so-sólo continúa.

Comienzo de manera lenta pero a la vez profunda, ella arquea su espalda por el placer y su respiración se contrae a medida que avanzo. Pauso un milisegundo para contemplar su rostro, lleno de goce, me fue inaguantable no conversar una captura mental de ella en ese momento, aquella capa de sudor sobre sus preciosos pechos.

¡JINSOUL!.—grita Jungeun en pleno clímax, me adelanto uniéndo su boca con la mía. El magnífico hecho de poder sentir sus paredes vaginales apretando mis dedos, el simple sentir cuando termina de hundir sus uñas en mi espalda...

Me detengo, sin despegar mi mirada de la suya. Sus ojos, sus bellos ojos, no me cansaría de admirarlos cada segundo por el resto —si es que hay resto— de mi vida. Siento su respiración más pausada, más tranquila. Nuestro beso se torna delicado, ya no había lujuría, ahora estábamos expresando sentimientos a través de nuestra piel.

Poco a poco veo cómo se van cerrando esos ojos que tanto amo, las dos estábamos agotadas, ¿cuánto tiempo estuvimos en esto? ¿deberíamos haber salido ya?. Decidí bloquear esos pensamientos y así, empezar a llenar su glorioso rostro, de cortos besos. Finalmente me dejé caer a su lado, sin soltar su mano en ningún momento, aproveché el tiempo para apreciar todo de ella, a admirar su tranquilidad, sus rasgos, la fina capa de sudor que la cubría. Acaricié su mejilla cuidadosamente antes de apoyarme en pecho desnudo para conciliar el sueño.