Para la rubia era un simple viaje en tren que la acercaría al reencuentro con su ex pareja, la persona que -supuestamente- aún amaba.
Para la castaña era el pago de un esfuerzo de años, solo para cumplir su sueño. Lograr fotografiar las Auroras Bore...
Ya estaba casi atardeciendo y recién sus ojos pudieron reaccionar. Intenta moverse pero la bella imagen que lograba contemplar desde ese ángulo se lo impidió.
Allí yacía Jungeun dormida, con su cabello hecho un completo desastre, con el ceño fruncido y un tierno puchero. Puchero que Jinsoul besaría quinientas veces y más. Inconsistentemente comienza a acariciar su mejilla con el pulgar mientras trataba de acomodarle el pelo tras la oreja.
¿Qué mejor visión que esa?
Escucha unos ruidos que la alarman, rápidamente toma el electrochoque y se pone al frente de la carpa. Se mueve lo menos posible para no interrumpir a la menor. A los segundos suena de nuevo y gracias al reflejo del sol se percata que solo era una rama moviéndose por el viento.
Demonios, hacía mucho frío y ella, con sus movimientos, había pasado a destapar a Jungeun.
La rubia despierta de golpe repitiendo mentalmente <<debo avisarle a Jiwoo o me matará>>, ignora completamente a Jinsoul hasta que logra comunicarle todo lo necesario a su mejor amiga. Al terminar, se voltea para ver al amor de su vida y encuentra a una rubia sumamente nerviosa, jugando con sus dedos y con su ceño levemente levantado.
JG: Lo siento amor.
Se estira para besar dulcemente sus labios, pero Jinsoul lo esquiva y termina estampando sus labios contra sus suaves mejillas.
JG: Debemos irnos nuevamente...
Jinsoul se levanta rápidamente y comienza a guardar las pertenencias. A los minutos tienen todo en los bolsos otra vez, asimismo se arman estratégicamente para atacar a algún contagiado. La menor ingresa las nuevas coordenadas de su próximo alojamiento y la brújula le indicaba que deberían seguir subiendo la colina, pobres chicas.
JG: ¿Vamos? (estira su mano)
Jinsoul intenta seguir de largo y continuar ignorándola pero su corazón es débil.
JG: No te enojes.
La mayor suspira.
JL: No es eso, es sólo q- JG: Perdóname cariño(acaricia su mejilla) JL: No tengo nada que perdonarte, es entendible que no sientas lo mismo y la verdad estoy un poco incómoda(se aleja) JG: Soul cariñ- JL: Es hora de irnos.
Jinsoul toma los bolsos y se los cuelga rápidamente, la menor sale y luego desarma la carpa. Empacan lo último y siguen su rumbo. Lástima que esta vez no iban de la mano, básicamente iban lo más separadas que podían.
Dios Jungeun no hay día en que no arruines todo.
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