| ADVERTENCIA: smut |
Después de lo ocurrido en Endgame, nadie es igual, especialmente Heather Potts, cuya vida dará un giro completo al regresar del Chasquido y darse cuenta que sus padres han muerto.
Asistir a una secundaria llena de idiotas y...
Pepper se acostó junto a Tony y miró perdidamente al techo.
—¿Qué pasa?—preguntó el morocho.
—Nada, sólo... pienso en Heather.—dijo en voz baja.
—¿Ya pensaste en qué secundaria va a ir? Leí que en dos semanas empiezan las clases.—dijo Tony.
Pepper alzó los hombros.—No conozco ninguna cercana.
Tony intentó pensar en alguna que haya visitado para dar una charla o una donación. Se irguió en la cama y miró con una sonrisa a su esposa.
—Ya sé cuál.
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Heather bajó a desayunar y se sorprendió al ver que todos estaban sentados en la mesa. Nunca había desayunado con... otras personas. Sus padres siempre iban al trabajo antes que ella despertara.
—Buenos días.—dijo Pepper sonriente.—¿Qué tal dormiste?
—Bien, supongo.
Morgan señaló el asiento junto a ella.
—Siéntate conmigo, hermana mayor.
Heather se incomodó al escuchar eso, pero se sentó. La mesa estaba llena de comida. Huevos, pancakes, cereales, frutas...
—Sírvete lo que quieras.—dijo Tony, sin mirarla. Tenía en su mano un iPad y miraba un vídeo.
—Todo el mundo conmemora a nuestros héroes, Los Vengadores.—decía la persona del vídeo.
Heather puso un pancake en su plato y le echó sirope. Morgan jugaba con una muñeca y hacia ruidos extraños.
—No te preocupes, Ken. ¡El Capitán América nos salvará!—jugaba la pequeña.
—Morgan, desayuna. Luego puedes jugar.—dijo Pepper.
—¿Heather puede jugar conmigo?
—No.—dijo la adolescente.
—Sí.—dijo Pepper al mismo tiempo que su sobrina. Ambas compartieron una mirada.
—Tengo que desempacar.—dijo Heather de excusa.
—No es necesario.—dijo su tía.—En dos semanas nos mudaremos a Queens.
Heather arqueó una ceja.—¿Por?
—Tienes que ir a la secundaria, genia.—dijo Tony con tono obvio.
