Lo que Dan y Calum hicieron por ese chico fue muy bonito. Ahora que han pasado un par de horas, las redes sociales están hasta arriba de fotos del acontecimiento. Después de que Dan me advirtiese de que era lo correcto y de que Calum me pidiera que tuviese cuidado, he venido a ver a mi padre. Por lo visto vive en en una casa mediana con un gran jardín y un perro baboso con collar de pinchos atado a un canalón. Toco el timbre y ladra. Puedo observar como se le caen los fluidos de la boca y me enseña los colmillos mientras intenta con todas sus fuerzas deshacerse de la correa para jugar con el hueso de mi cuerpo que le parece más sabroso.
Mi padre abre con una gran sonrisa y hace el amago de hablar pero yo entro al momento, sin tan siquiera mirarlo a la cara.
-Bonita casa. Y bonito pastor alemán endemoniado.
Ando cuatro o cinco pasos largos y me siento en el sofá de ante color salmón. Un sofá de ante color salmón. Miro alrededor: paredes blancas, lámparas colgantes, DVDs de gimnasia, olor a galletas caseras.
-Tommy le puso Margarita. Es una hembra.
Miro con detenimiento las fotos que hay colgadas de la pared y solo puedo fijarme en la mujer que hay en ellas. Definitivamente, es la hetera. Sin que le falten sus tacones altos y su pelo de Barbie, carga a un niño de unos dos años en una foto. En otra, al mismo niño un poco mayor.
-Ahora irás a decirme que tengo un hermano secreto.
Mi padre ríe con un ápice de añoranza en sus mejillas. Se sienta a mi lado con los codos en las rodillas y se frota la cara con las manos, como si el aturdimiento fuera a ayudarle a hablar.
-No es tu hermano, Dani.
-Pero es Tommy, ¿no?
-Sí.
-¿Es su madre?
-Sí. Oficialmente estoy casado con Geraldine. -El nombre no me sorprende. No soy prejuicioda, pero Geraldine es nombre de...
-Vaya, creía que las mujeres inclinadas a la promiscuidad se casaban con hombres viejos y feos por dinero.
-¡Triple! Viejo, feo y pobre en la misma frase.
-Retiro lo de viejo.
-Eres igual que yo -Balbucea, y luego habla más claro-. La historia no es tan interesante y dramática como tú crees, hija. Y no soy tan malo. Ni tampoco tan bueno. En la vida no hay malos ni buenos, Daniela, sino gente que elige navegar por un cauce o por el otro. Entonces los que se quedan a una orilla te ven como un traidor, mientras los que se quedan en la otra, te ven como un héroe. -Y ahora viene el "érase una vez"- Cuando conocí a Geraldine en el trabajo (vino a vender todo lo que tenía para dar de comer a Tommy) estaba desesperada. No tenía nada e iban a quitarle la residencia. Entonces, pensé en lo afortunados que éramos y decidí ayudarla. Ni siquiera le di mucho dinero, lo que podía estirar. Después pasó lo que pasó con vosotras y me casé con ella para que le dieran los papeles. Tenemos que vivir juntos, pero no hay nada, Daniela. Nunca lo ha habido.-¿Por qué nos dijiste que sí, entonces? -Me cuesta procesar la información, pero me lo creo.
-Porque si hay algo que cambiaría de mi vida, hija, es haberme casado con tu madre. Y no me arrepiento, porque si no lo hubiera hecho, tú y tu hermana no habríais nacido. Vosotras sois lo mejor que me ha pasado, pero tu madre... Tu madre es irritante. Para ella todo lo hago mal.-¿Y no te podrías haber divorciado, como la gente normal?
-Permíteme la expresión: me cagaba en los pantalones cada vez que pensaba en hacerlo. ¿Te imaginas lo que podría haber hecho? Mandarme a juicio o algo, ella es capaz de denunciarme o cualquier cosa.
-No tenías ningún derecho. No tienes veinte años, papá, ya no puedes comportarte así.
Aunque en parte, muy a mi pesar, tiene razón. Mamá jamás hubiera dejado que se fuera de rositas sin una explicación. Podría haber hecho cualquier cosa. Pero no, no tiene excusa. Al menos esta versión me gusta más.