Glucosa

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Chisto para que me miren y los saludo de puntillas. Veo cómo me levantan la mano, sorprendidos. Entonces, vuelvo a pegarme el teléfono a la oreja.

-No sé, si quieres. ¿Qué me dices?
-¿Puedes repetir lo último? -Le pregunto a mi padre.
-Ay, hija, solo quiero verte. Vente a mi casa a cenar un día. Tengo muchas cosas que explicarte.

Vuelvo a mirar al cielo, indignada por no saber qué contestarle.

-Envíame tu dirección y ya te veré lo que hago, papá. Estoy muy ocupada ahora.

Miro a mi alrededor y veo a los chicos de metro ochenta viniendo hacia mi, el día despejado de enero, los pajaritos revoloteando y el olor a café que sale de la puerta. Sí, claro, estoy muy ocupada. Cuelgo sin decir más palabras.

-Buenos mediodías.- Digo feliz cuando están a un par de metros y reduciendo.
-Estás contenta. -Me dice Dan.
-Mucho. -Alargo los brazos y me da un abrazo muy correspondido. Calum lleva una funda de guitarra en la espalda y chicle. Medio sonríe y me veo reflejada en sus gafas negras. Es como si le leyera el pensamiento. Me acerco y le robo un beso a la velocidad de la luz. Ni siquiera se sorprende.

-¿Qué ha sido eso?- Pregunta Dan con los ojos muy abiertos y enseñándonos los dientes.
-Un beso-Le contesto. Calum se ríe. Decido pasar de ese tema e ir a lo que tengo que contarles- He aprobado.
-¡El exámen! No me acordaba. Joder, cerebrito- me coge por las caderas y me levanta del suelo. Chillo y me agarro a su camiseta para no caerme- Ya sabes otra cosa más que yo. Qué orgulloso estoy de ti.
-¡Bájame de aquí! ¡Daniel!
-¿Qué es lo que celebráis? Me he perdido.
-He aprobado el práctico del coche. -Le contesto desde las alturas mientras Dan se monta un bailecillo conmigo encima. Me levanta una mano y le choco los cinco. Cuando Dan me baja, siento el suelo un poco inestable. - ¿Queréis entrar? Os invito a un chocolate, aquí hacen los mejores del mundo. No podemos hablar muy alto, eso sí.

Suenan los cascabeles de la puerta al entrar. En realidad no sé si los chocolates de Cookies&Cakes bookshop son los mejores del mundo, pero puedo asegurar que no hay ningún sitio en la tierra que huela mejor. ¿Podéis imaginar cómo es el olor a páginas de papel con dulces y café? Podría llevar ese aroma impregnado en la piel durante toda la vida y aun así no me cansaria. Glucosa y celulosa son la mejor combinación.

-Rosalie, estos son Calum y Dan.
-Bienvenidos. -Les contesta ella con una sonrisa y arrugando los ojos. -¿Queréis un libro?

Suelto una risilla tapándome la boca. Recuerdo la cara que Calum me puso cuando le pregunté cuál era su libro favorito. "¿Mirar los dibujos de Kamasutra cuenta?" Me dijo. Y no, por supuesto que no contaba.

-No, Rosalie. Más chocolate.
-Esa es mi filosofía de vida. -Me sorprende Alicia por detrás. Pasa un brazo por mis hombros y junta nuestras mejillas- "Ven y engórdame".
-Es un buen lema -Concreta Dan-.
-¿A que sí?

No me había fijado en que traía una caja de libros. Rodea la barra hasta entrar y la deja en el suelo, justo al lado de Rosalie. Ambas se agachan a hojear.

-Recién salidos del horno -Alicia se abanica con las páginas de un libro cuyo nombre y autor desconozco- .
-Este sí que es un buen inventario. -Le contesta Rosalie.

Calum está apoyando el codo en el respaldo de mi silla y se ha subido las gafas al pelo. Dan está moviendo la pierna frenéticamente.

-¿Qué hacíais aquí? -Les pregunto a ambos.
-Estábamos dando un paseo. Íbamos a la tienda de música.
-Hablando de música, mañana tengo una cita con Mily Miles. Yuhu. -Dije con sarcasmo.
-¿Y cómo se te ha ocurrido pensar eso hablando de música? -Se burla Calum.
-Qué malo eres.

Dandelion IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora