Han pasado varios meses luego del altercado que los separó, fueron meses difíciles ya que debían verse todo el tiempo durante las clases, la tensión siempre estuvo presente, todos sus compañeros notaban que sucedía algo entre ellos, pero nadie se atrevía a preguntar.
Como en todo colegio, los rumores no dejaban de crecer, todos tenían sus propias versiones.
Nadie se preocupaba por desentrañar el misterio del porqué los dos amigos ya ni se miraban, ambos fueron llevados por separado ante el Psicopedagoga de la escuela, pero ni él pudo descubrir lo que sucedía.
El primero en ser llamado fue Daiki, ya que sus profesores se preocupaban por el bajo desempeño que estaba teniendo, pasó de ser un alumno ejemplar a uno totalmente despreocupado por sus notas y allegados.
Por su parte Hiroshi estaba más rebelde que nunca, no cumplía con ningún trabajo, contestaba a sus profesores y ante el menor inconveniente intentaba solucionarlo a los golpes por lo que sus propios compañeros lo dejaron de lado.
Se oye el golpe sobre el vidrio de la puerta, del otro lado contestan.
—Adelante, pasa por favor —dice la mujer oyendo el sonido de la perilla, abriéndose.
Ingresa Daiki en forma tímida, no comprende por qué lo citaron a ese lugar.
—Buenos días, me informaron que debía presentarme ante usted.
—Es correcto, mi nombre el Dra. Hekima Sato. Como lo notarás soy la Psicopedagoga del colegio.
—Buenos días, doctora Sato —responde con timidez.
—No te preocupes por las formalidades, puedes llamarme Heki, por favor toma asiento.
Coge la silla, está cabeza gacha, frotando sus manos en forma nerviosa.
—Bueno, supongo que sabes por qué estás aquí.
—Mis notas bajaron.
—Efectivamente, pero no es lo que me interesa —Daiki levanta la mirada extrañado.
— ¿Entonces qué hago aquí?
—Tus profesores y tus padres están preocupados, te notan algo decaído y distante, desean saber qué te sucede y, como yo soy una persona fuera de tu núcleo, puedes contarme todo lo que quieras, no tienes que preocuparte, todo lo que hablemos no saldrá de esta oficina.
—No me sucede nada, solo ando distraído —expresa Daiki al momento que piensa: «Qué le importa a esta señora, mis problemas no son de la incumbencia de nadie.»
–Pero ¿qué es lo que te distrae tanto que dejaste de estudiar?
—Cosas de adolecente, no las entendería — suelta el chico y se rasca la cabeza con nerviosismo.
—Justamente estoy acá para ayudarte, creo que te entiendo mejor que nadie — alega la profesional y se inclina sobre el escritorio a medida que baja sus lentes mirándolo—. No es fácil sufrir un desamor.
Daiki abre los ojos desorbitados y se pone aún más nervioso.
—No es eso, ¿cómo puede suponer algo así?, usted no me conoce, nadie me conoce.
—Eso es verdad, solo tú puedes saber quién eres, sucede que muchas veces nos cuesta saberlo, pero está en ti descubrirlo; yo solo puedo guiarte y aconsejarte en algunos temas.
—Es que no sé cómo hacerlo, todo lo que pensaba que era mío, resultó ser una mentira.
—¿Cómo te sientes al respecto de eso? ¿Te dolió descubrir esa mentira?
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Oscuro Amor - Finalizada
KorkuDaiki es un prolifero abogado que vive de forma algo egocéntrica alejado de la realidad. Un día recibe visitas inesperadas que le informarán de una tragedia, luego de la cual un simple objeto acarreará un sin fín de problemas sobre un pasado oscuro...