Durante un tiempo la cosa siguió igual, Angélica y yo no hablábamos, y en parte me dolía eso, pero prefiero dejar que tenga su distancia hasta que esté tranquila.
Ya está finalizando julio y se acerca agosto, me angustia que cada vez falte menos tiempo para que Beatriz se vaya del país. Si no me equivoco, se va en abril unos días antes de su cumpleaños. ¿Lo bueno? Al menos va a estar presente en el mío, si es que quiere venir...
Es viernes a la tarde, estaba hablando con Beatriz antes de salir del colegio cuando recibí un mensaje de Fiorella.
Al salir la encontré, ella corrió a mi dirección y estuvimos abrazados durante algunos segundos que quería que fueran eternos.
—Ah bueno, así que vos sos la loca que me quiere sacar a mi novio...
Beatriz puso cara de orto y me agarró del brazo, la miré con mezcla de sorpresa y nervios. Fiorella bajó la cabeza, notablemente incómoda. Al ver nuestras reacciones, Beatriz empezó a reír a carcajadas.
—¡Es joda! No soy una amiga celosa —Le estiró la mano a Fiorella para saludarla— Soy Beatriz, un gusto conocerte.
Para mi gran sorpresa, ambas se llevan bien, aunque Fiore es mucho más introvertida y no está acostumbrada a hablar tanto como Bety.
—Alex, ¿te parece si vamos a pasear por ahí? —preguntó Fiorella.
—Eh... hoy tenía planeado ir a lo de Bety para ayudarla con unas cosas de matemática...
—Vos andá tranquilo, lo dejamos para mañana —dijo Beatriz—. Sólo ya sabés, si van a hacer algo se cuidan, con protección no hay bendición.
Fiore y yo reímos un poco nerviosos y nos fuimos. Estuvimos un rato dando vueltas por la ciudad, encontramos un Mostaza y decidimos entrar. Vi a Angélica en una mesa cerca de la entrada, comiendo sola, tenía el impulso de hacerle compañía, pero me controlé y no lo hice.
Después de un largo rato de comida y charla, Fiorella me miró a los ojos y me hizo una pregunta inesperada.
—Alexis, por casualidad... ¿yo te gusto?
—¿Por qué preguntás eso? —respondí tragando los últimos bocados de mi hamburguesa.
—Es que... vos sí me gustás.
Al escuchar eso me atraganté con la comida y empecé a toser, ella me golpeó la espalda intentando ayudarme a que la comida baje.
—¡¿Yo?! ¡¿Te gusto?! ¿Cómo es eso posible? ¡Si soy más feo que la mierda! —exclamé totalmente sorprendido.
—No sos feo para mí. Además, tu forma de ser conmigo es muy linda, sos muy dulce y cariñoso.
—Es que, no sé... toda mi vida me dijeron que soy feo, así que me lo llegué a creer... y me cuesta creer que le gusto a una chica tan linda como vos. O sea, un poco me gustás, pero estoy interesado en alguien más desde hace mucho tiempo, aunque sé que esa persona no me da bola.
—Entiendo —respondió bajando la mirada.
—Pero eso no significa que te descarte como opción. O sea, es que... ay la puta madre, los nervios me tienen pelotudo —Ella soltó una risita tierna—. Mirá, hagamos esto. Voy a ver si logro que la chica que me gusta se fije en mí, aunque lo más probable es que no, pero quién sabe. En caso de que no lo logre, tal vez podamos... intentar ser algo —Los ojos de la muchacha empezaron a brillar—. Aunque insisto, merecés algo mejor que yo.
—Capaz sí, merezco algo mejor... pero vos sos todo lo que quiero.
No pude evitar ponerme rojo. Fiorella me acercó su meñique, entrelacé el mío con el de ella, en forma de promesa. Estoy un poco confundido, porque ella es un amor, pero mi corazón le pertenece a Beatriz.
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Un Cliché a la Inversa
Teen FictionPortada diseñada por @lol709 💕 Todos conocemos el típico cliché de la chica nerd que se enamora del chico malo que no le da bola, se cruzan por accidente, empiezan un amor lleno de rositas y cosas hermosas. Un "te amo" por acá, un "estaremos juntos...