Cap. 13 Mía.

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La lluvia fina como una delgada capa cristalina comenzó a escurrir por los cristales empotrados en los marcos de las pequeñas ventanas del carruaje, dentro el azul y el gris chocaban en una silenciosa respuesta.

Levi giro su rostro hacia el humedecido cristal mirando su propio reflejo. "No me quiero casar" repitió en voz baja.

- Cuando anunciaron tu compromiso... yo te cuestione porque aceptabas hacer la voluntad de Kenny... tu dijiste que se lo debías, ¿Qué cambio? Respondió Farlan mirándolo sin expresión.

Levi miro sus manos un momento parpadeando lentamente retomo su imagen en el vidrio de la ventana, cuando un fuerte trueno cruzo el cielo como preámbulo de una lluvia más cerrada, inconscientemente sus pensamientos lo llevaron a un momento varios años atrás.

--o-O-o--

Ahí estaba el viendo su infantil reflejo sobre el vidrio empapado de un gran ventanal, su nuevo corte era bueno, su tío lo había escogido personalmente, "si voy a presentarte en sociedad como mi sobrino debes verte decente" fue lo que exclamo aquel hombre alto que dijo ser su tío.

Aquellas palabras fueron repetidas por un pequeño Levi de poco más de 4 años, bastante inteligente para su edad, esperaba que la puerta de la habitación frente al ventanal se abriera; esperaba ver a su madre quien se encontraba en el interior visitada frecuentemente por esos hombres de vestimenta blanca que se llamaban doctores, ahora uno de ellos la revisaba y junto a su tío solían pasar horas dentro de la habitación.

"Tu madre está muy enferma así que no quiero que estés molestando" eran las palabras que le decía Kenny siempre que había visita médica para su madre pero Levi de igual forma siempre esperaba oculto tras la cortina del ventanal a que el médico y su tío salieran para poder entrar con su mamá.

Sin embargo ese día fue diferente el medico salió y cerró la puerta tras de él descubriendo al pequeño pelinegro detrás de la pesada cortina, el hombre mayor solo le dedico una cálida sonrisa y una sola línea "Tu mamá debe descansar, juega en otro lado pequeño". Tras aquello el hombre de bata blanca se retiró, y Levi encamino sus pasos hacia la puerta que se encontraba solamente emparejada con el marco, empujo ligeramente y distinguió la silueta de su madre sentada en la cama apoyando la espalda en una pila de cojines mientras Kenny permanecía parado a un lado de la cama; el pequeño pelinegro fue oyente de la mezquina conversación que se suscitaba dentro.

- Pero... Kenny mi pequeño no tiene nada que ver en tus... tus negocios... además...- Tartamudeo Kuchel desde la cama.

Kenny permanecía con una mirada fría como la lluvia que se cernía sobre el palacete. – Kuchel, hermanita ya casi ha pasado un año desde que llegaste aquí con Levi y siempre esquivas esta conversación y ya me estoy hartando.-

Tú serás su madre pero por mi están vivos, si tengo que ver por ambos exijo un beneficio. El mocoso ahora es mío, de sobra está el que no voy a pasar por soportar una "esposa" y menos llantos de bebes, aun así necesitare un heredero y claro un buen gancho para "el futuro familiar", cuidare de tu enfermedad y podrás ser su madre siempre, pero a ese mocoso lo educare yo. -

Kuckel miro a su hermano con furia y los ojos llorosos. – ¡Mi hijo no será un matón como tú!-

Kenny chasqueo la lengua ante la voz de su hermana – Él será lo que yo quiera que sea, ¿O que prefieres? Que sea el Joven amo de la casa Ackerman y mi único heredero o el hijo de una prostituta.- Pronuncio Kenny soltando todo el veneno posible en aquella última línea.

Los ojos de la mujer dejaron escapar dos gruesas lágrimas que cayeron por sus mejillas, enmudeciendo su garganta.

Kenny torció ligeramente los labios para en seguida moverse hacia la ventana principal de aquella habitación – Mira Kuchel, tu sola buscaste tu mal camino te escapaste de casa cuando el abuelo te arreglo un matrimonio con el hijo de aquella familia acaudalada, simplemente creíste que sería mejor escapar que "casarte sin amor" y mira lo que paso apenas si sobreviviste en las calles, terminaste convirtiéndote en prostituta para no morir de hambre, desarrollaste esa enfermedad respiratoria que te matara sin atención medica frecuente y lo que te obligo a regresar... terminaste embarazada... dime ¿Quieres que tu hijo sea el bastardo de una prostituta?-

Suciamente Irónico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora