capitulo 16

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Él estaba loco.

Y eso me gustaba.

Lo miré divertida.

-Que te hace tanta gracia- murmuró divertido también.

-Tú- Sonreí.

-yo, me alegra que te divierta, estoy para complacer señorita -hizo una reverencia en mi dirección.

-¡Ah! Pero que caballero me salió.

Se acercó a mí lentamente y miró mis labios. 

-También puedo dejar de hacerlo, si es lo que quieres- Estaba a punto de besarme.

Que es sucede a los chicos que siempre andan queriendo besarte.

Justo cuando sus labios rozaron los míos la puerta del ascensor se abrió.

Reí y salí de ahí.

Antes de seguir me giré y él estaba aún dentro del ascensor mirándome intensamente.

-Te veré por ahí- le giñé un ojo.

Damon hizo lo mismo, pero no se movió. Algo me decía que él tenía que ver con Jeremy, era obvio él no permitiría que un sujeto lleno de tatuajes esté en una oficina, es decir ese tipo de negocios.

Sonreí para mis adentros.

Lo averiguaría, y estaba segura de que no sería difícil si él se mostraba así conmigo.

Llegue a casa y me preparé un té. Estaba agotada mental y físicamente.

Se me había ocurrido caminar desde la empresa a la casa. Me había tomado dos horas, aun que valió la pena, pero mis pies me estaban matando. Necesitaba hacer ejercicio urgentemente.

Tomé mi té y me dirigí al living para disfrutar mi tasa con algún programa, cuando sonó el timbre.

¿Quién podría ser a estas horas?

Comprobé el reloj y marcaba las diez con cinco.

Dejé mi tasa en la mesita de la sala y me dirigí a la puerta. Con cuidado observé por el ojo de la puerta.

¿Pero qué?

Abrí inmediatamente para confirmar lo que había visto.

-¿Jackson?- exclamé confundida.

¿Qué diablos hacia aquí?

Me sonrió tímidamente.

-¿Puedo pasar?

Dudé pero me hice a un lado permitiéndole entrar.

Esto era extraño.

-¿Qué haces aquí?- dudé.

-yo...no sabía qué hacer ni a donde ir, y de repente me encontré frente a tu casa-Estaba mal y olía un poco a alcohol.

-¿Estuviste tomando?- me acerque a él lentamente.

-un poco- se dirigió al sillón y se dejó caer a él con un suspiro tembloroso.

Me senté en la mesita frente a él. Con nuestras rodillas rosándose.

Lo mire durante lo que pareció una eternidad, pero parecía que no diría nada. Justo cuando estaba a punto de preguntarle qué pasaba levanto la vista hacia mí y me abrazó.

Por acto reflejo le devolví el abrazo más confundida aun.

Pero no dije nada.

-Mi padre es un asesino-Exclamó de repente.

¿Amor o venganza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora