Yo en Dragón Ball

La llegada (Reescrito)

Aclaración: No soy dueño ni creador de la serie dragón ball.
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Esta historia se trata sobre un joven Saiyajin cuya edad no superaba los 5 años, su nombre era Adaike y era... por asi decirlo: Un bicho raro para los otros niños Saiyajins debido a una extraña enfermedad que lo hacía tener ojos de distinto color cada uno.
Verán, este joven no solía salir mucho de casa debido a que temía ser llamado a misiones espaciales. Consideraba que su raza vivía bajo una estricta norma de represión, el responsable era el emperador a cargo en esos momentos, Freezer. Su familia era bastante disipada debido a que su madre se encargaba de las tareas del hogar y su padre se la pasaba de misión en misión, la vida para los de su edad tampoco era fácil ya que desde muy pequeños los mandaban a otros planetas llamando a esa realidad: "Conquista de planetas" cuando Adaike consideraba que era sobreexplotación laboral.

Adentrándonos más en estos sucesos, debemos retomar esta historia en el punto de donde inicia: 1 año antes de la destrucción del planeta natal de los Saiyajins.

El pequeño Adaike se encontraba leyendo el único libro que tenía a su alcancé, la emoción de pelear que llevaba en la sangre aún no florecía debido a su vida algo apartada de lo que comúnmente era llamado "sociedad". Un día en específico, a punto de anochecer, llegaba su padre exhausto de una misión y no podía perder el tiempo ya que al día siguiente lo mandarían nuevamente a otro planeta. Ese era el destino para quienes nacían en la clase baja de los guerreros Saiyajins.
El padre llamado Pears, tomaba del brazo a la madre de Adaike para que juntos se adentrarán en la cocina, todo esto frente a Adaike que se encontraba sentado en un pequeño sofá.

- ¡¿Estás... Estás seguro de esto... cariño...?!.-

Era la única palabra que salió de esa cocina, luego ambos padres salieron de la cocina para encarar al único primogénito que habían tenido. Debía ser algo importante y dificil de decir ya que la madre se encontraba al borde de las lagrimas.

- Adaike... sabemos que eres un niño listo, muy capaz y valiente como ninguno...- Comenzaba a hablar Pears.- ¡Es por eso que tenemos una misión muy importante para ti...!.- Intentaba sonar animado el padre, pero el llanto silencioso de su mujer lo delataban todo.- Escucha hijo... dentro de unas horas te enviaré en secreto a un planeta muy lejano llamado Tierra...-

- ¿T... Tierra...?.- Preguntaba el pequeño quién tenía su voz temblorosa.- ¿A que... se debe eso, padre....?.-

- Verás... en una de tantas misiones, recorrí en solitario un pequeño planeta en el cuál habitaba alguien que...- De pronto, el padre comenzaba a toser.- Alguien... que puede ver el futuro... como en tú libro...-

- ¡¿De verdad?!.- Ahora la preocupación del pequeño pasaba a ser emoción.- ¡¿Y como era él?!.-

- Bueno... era un tipo muy débil a simple vista... ¡Pero sabía muchas cosas!.-

- ¡¡Increíble!!.-

- Volviendo al punto... esta noche pediré prestada una nave a uno de mis compañeros para que vayas al planeta Tierra, ¡Tú misión será cuidar de ese planeta durante todo un año y encontrar muchos regalos para el señor oráculo! ¿Puedes hacerlo soldado...?.-

- ¡¡Claro que sí!!.- Sonreía emocionado el niño y se abalanzaba a abrazar a su padre, quién correspondería su abrazo.- ¡¿Mami y Papi puede venir conmigo?!.-

- Bueno... ¡Mami y Papi necesitan quedarse aquí, de lo contrario no podrían ir a buscarte el año próximo!.- Decía el padre mientras una lágrima caía por su ojo.-

- ¡¡Entendido capitán, los estaré esperando!!.-

El niño iba a su habitación a preparar lo que pensaba necesario para su busqueda de tesoros, dejando a sus padres solos en el living.