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"Sé por tus marcas cuanto has amado, más de lo que prometiste"

6:00 am - Madrid, España.

Durante una hora Julito estuvo limpiando y arreglando su casa, puesto que Andrés lo estuvo amenazando con que si no le ponia un poco de orden a la casa, me iría con él.

Por otra parte Andrés y yo solo conversamos de cosas un poco triviales, aunque después dijo algo que se me hizo algo extraño, porque todo este tiempo estuvimos tan cerca y nunca llegamos a coincidir.

—Sabes yo iba a estar en Soda Stereo — Se rió

—¿En serio? — Le miré y sonreí

—Si, pero pues yo me fui a otra banda y el resto es historia conocida, yo era muy amigo de Zeta Bosio, que pibe tan agradable

—¿A que banda te fuiste? — Volteé a mirar a Julito que se le habían caído unas revistas

—¡Eh! Putas revistas — Gritó Julito con un poco de molestia — Estuvo en Los Abuelos de la Nada

—Yo conocí a Miguel Abuelo, me caía muy bien — Sonreí

—¿En serio le conociste? — Andrés me miró impresionado

—Si, fue en una fiesta, hace algún tiempo, me parece que tú estabas en la banda ¿No?

—Pues yo creo que si, debió ser por ahí hace unos diez años, lo digo porque vos sos joven y bueno yo ya no tanto pero pues si — Bajó la mirada

—Para mi sigues siendo joven — Le sonreí

—Gracias flaca — Andrés posó su brazo sobre mis hombros

Julito se sentó entre los dos.

—Me parece que así estamos mejor ¿No? — Julito nos miró

—Por favor, quitate de ahí Julián — Andrés lo empujó

—No, la chavala no esta lista para que le estéis coqueteando, respeta Calamaro

—¿Vos estás bien, pelotudo?, solo estamos conversando

—Más te vale Calamaro — Me miró y me sonrió — Debéis decirme si este chaval se pasa contigo

—Lo haré Julito — Sonreí — Perdón, creo que iré al baño

—Ah si, ve, con confianza

Me puse de pie y me dirigí al baño, estuve un momento mirándome al espejo, me sentía como un espanto y obvio no quería verme mal, puesto que Andrés era lindo y quería que me viera bonita todo el tiempo. Me quedé en silencio y mi teléfono estaba timbrando.

—Mi teléfono esta timbrando, ¿Dónde está, Julián? — Andrés gritó

—No lo sé, en la mesa del comedor supongo

—Ya lo encontré, pero no esta sonando, creo que es el de Paula

—¿Estáis molesto?

—No, solo que sos un boludo, yo solo estoy conociendo a Paula

—Debo protegerla mucho, me han dicho que tiene novio

—¿Novio? ¿Quién?

Salí del baño y me aclaré la garganta.

—Voy a alistarme y salimos — Julito dijo y acto seguido se fue a su habitación

—Yo voy a comer algo, vos contesta tranquila

—Gracias Andrés — Tomé el teléfono y conteste — ¿Hola?

—Paula, ¿Dónde estas? — Gustavo estaba de la otra línea

Enamoramiento Repentino: Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora