61°Capítulo (Sin pensar)

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Mar pone la mano en el pomo de la puerta, respira hondo y lo gira.

-Thiago, se...- Mar se calla en seco.

Thiago tenia en la mano un poco de sangre.

-Qué has hecho? -pregunta ella.

-Yo? Nada, se calló el cuadro y me corte con el cristal.-dice él.

-Y por qué está roto?-dice Mar agachandose para cogerlo y lo pone de vuelta encima de la mesa .

Cuando se gira ve a Thiago a poco centímetros de ella.

-Thiago, que te pasa?-pregunta

-No lo se, no me gusta nada que te veas con Pablo.-dice él.

-Pero Thiago...-intenta decir

-Sí, se que no estamos juntos, pero me enferma veros, estáis todo el día juntos, ni que estuvierais juntos.

-Thiago, nosotros si...-la vuelve a interrumpir.

-Mar, se que no me he portado bien contigo, pero perdoname.-dice Thiago.

-Ya te perdoné.-dice Mar riendo.

-No hablo de eso.-dice él.

-Entonces? -pregunta.

Él se acerca lentamente a ella, le coge de la mano, entrelazando sus dedos, ella está estática, no sabia que estaba pasando, qué estaba haciendo.

Él recorrió con su mano la figura de ella hasta llegar a la cara, en la cual se paró, y le subió la barbilla.

Haciendo que sus ojos se coincidieran y se conectaran.

Ninguno de los dos apartó la mirada, había un gran silencio en la habitación, lo único que se escuchaba eran sus respiraciones, muy aceleradas.

Él le tocó lentamente la mejilla, haciendo que esta cerrará los ojos, con su dedo pulgar le tocó los labios, aquellos que tanto le gustaban.

-Mar...-dice Thiago muy flojito.

-Mmm...-dice Mar aún sin abrir los ojos.

-Te amo.-dice él.

En ese momento Mar abrió los ojos, los tenia muy abiertos, no se podía creer lo que acababa de escuchar, era algo imposible para ella escuchar esas palabras de aquella boca.

-Yo también. -dice ella.

En ese momento entrelazo sus manos por encima de su cuello haciendo que quedarán a escasos centímetros.

Ella no lo aguantó más y lo besó, si quería besarlo, quería tenerlo a su lado, sentirlo.

El al instante le siguió el beso no se lo pensó dos veces, por fin la había recuperado, por fin la había besado después de tanto sufrimiento.

Se podría decir que ese beso empezó lento, pero a medida, los dos querían más, se necesitaban, y poco a poco los dos cayeron encima de la cama.

Ninguno de los dos pensaba en ese momento en claridad, solo se dejaron llevar por el amor y el deseo que tenían.

Pero no pensaron en como era ahora mismo sus vidas, ni quien había.

Casi ángeles -El principio del fin-5 temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora