¿Por qué la vida se empeño tanto en hacernos sufrir?
¿Por qué la vida es tan injusta?
¿Por qué se conocieron y se enamoraron?
¿Por qué nos enamoramos nosostros?
La vida que todos quieren lujos por todos lados, viajes, autos caros, ropa y casas en to...
Emilia se retoco por última vez su maquillaje y se volvió a ver por enésima vez en el espejo llevaba la ropa que Keiko quería que se pongan.
Una caricatura japonesa era el tema de su vestuario.
Escucho su nombre y el de sus compañeras y salió. Era su turno para bailar y deslumbrar a todos, sabía que ahí estaban Renata y su papá quería demostrarles que nadie podía romperla y mucho menos ellos.
La música resonaba por todos lados y ella bailaban con una sonrisa en sus rostros. Hoy todos habían ganado el equipo de fútbol había ganado y había pasado a la última etapa a su último partido.
Jos estaba algo triste ya que el no había tocado el balón, pero en silencio se sentía horrible le dolía todo el cuerpo y su cabeza explotaba.
Volvieron a sonreír cuando la música se apago, Romina se acercó y tomo el cartel donde mostraba el escudo del Like, pero encima del escudo decía "Apesta".
Todos dejaron de aplaudir y Emilia rápidamente vio la bandera, esa no era su bandera.
-¿Que paso?- Pregunto Emilia a sus compañeras- Esa no es nuestra bandera.
-¡Haganse cargo!- grito Renata en forma de burla.
-¡Que asco!- grito Kathy- ¡Humberto expulselas!.
-¡Kathy cállate!- grito Machu- ¡No estás al nivel o a la altura de opinar!.
Humberto se acercó a las chicas y les quitó la bandera. Las tres estaban rojas de la vergüenza que sentían, sabían que ahora las iban a regañar enfrente de todos y lo peor es que ellas no sabían que había sucedido.
Una semana después...
Emilia había sido suspendía por 15 días ella había cargado con todo esto y había dejado a sus compañeras limpias no quería que fueran suspendidas por un broma que sabía que solo iba para ella.
-¿Entonces?- pregunto Emilia al celular- ¿Cómo están las cosas por ahí?.
-Pues bien- dijo Machu- Emi te hablo al rato.
-¿Que es más importante?.
-Es que le dije a Tony que iba a desayunar con ella- respondió Machu- Me hice muy buena amiga de ella, no es lo que nosotras pensamos.
-Okey- se forzó a decir la peliazulada- Bye, cuidate- y colgó la llamada.
Tenía unas ganas de llorar como una niña chiquita y encerrarse en su cuarto para que nadie la escuchará, pero sabía que alguien no la iba a dejar... Su mamá.
La tarde de la peliazulada había pasado super aburrida ya no sabía que hacer. Volvió a ver el reloj y vio que justo en estos instantes sus compañeros deberían estar jugando su partido... Su último partido.
Rosario y Javier no estaban había ido al colegio para ver a sus hijos jugar y Emilia estaba sola con algunas empleadas de la casa.
-Señorita Ruiz la buscan- dijo la empleada- El señor Ayala esta en la sala, dijo que es urgente que hable con usted.
-Dile que yo quería que con urgencia se vaya- dijo Emilia, la empleada estaba por contestar pero...
-No me voy a ir- dijo Victor entrando al patio de la casa Meyer- No hagas uno de tus dramas Emilia.
-No son dramas, Víctor- dijo Emilia- No quiero hablar contigo.
-Pues yo si- Víctor era igual a Emilia: terco- Lo que viste ese día no es lo que parece.
-Por esa familia nos cambiaste- rio Emilia con amargura- Dejaste a una mujer que te amaba y en el camino perdiste una hija, eres un idiota y aunque me duela mucho decirte esto... No te mereces nada.
-Emilia...
-Vete.
-Solo quiero que sepas que a ti y tu mamá las sigo amando con cada latido de mi corazón. No fui yo quien le pidió el divorcio a tu mamá y escúchame bien yo jamás amare alguien como lo hize con ella- Víctor solo estaba diciendo la verdad, le costaba mucho hablar desde el corazón. Pero lo hacía por su hija- Estoy con ellos hace dos años y te prometo que no es por amor... Emilia su mamá es una narcotraficante.
-¿Neta crees que me creo todo ese cuento barato?- rio Emilia- Se lo prometí a mi mamá, no volveré a creerte.
-Dime lo que necesitas para creerme- pidió Víctor- Lo traeré.
Emilia estaba apunto de hablar, pero su celular comenzó a sonar- Manu no es buen momento... ¿Que?... Si, si está bien. Voy en camino.
-¿Que sucedió?.
-Necesito que me lleves al colegio.
Dos horas antes...
Claudio estaba buscando a Lalo para romperle su cara, se había metido con Emilia, por su culpa Emilia consumía y era hora de dejarle en claro quien mandaba. Sabía que habría consecuencias, pero no le importaba nada.
-¿Sabes dónde está Lalo?- le pregunté a Thiago y el nego- No servís para nada.
Claudio siguió su camino y en el pasillo lo encontró- Hey...
Claudio no lo dejo ni hablar cuando lo tomo por la camisa de su uniforme y lo estampó contra la pared que estaba detrás de el.
-Alejate de Emilia- advirtió Claudio- O te juro que le digo a todo el mundo que sos el puto diler del Like.
-No lo vas hacer- rio Lalo- Porque sabes que si lo haces se acabó tu "Salvación" Para ti.
-Creo que no te enteraste que yo ya no consumo más- rio Claudio- Te dije que es fácil dejar cosas que te arruinan la vida. Estás advertido, Lalo...
-Claudio- Silverio se acercó a ellos corriendo- Jos... Se desmayo... No responde... Ahora.
Presente.
Emilia bajo de la camioneta de su papá y cerró la puerta con fuerza, entro al Like con su papá detrás de ella. Había recibido la peor noticia "Jos se desmayo y reacciona".
Según Manuela Jos había entrado a jugar porque Claudio había desaparecido entonces entro en su lugar. Pero a los tres minutos de partido Jos cayó al suelo y aún no despierta y los doctores intentaban reanimarlo en medio de la cancha... Pero nada funcionaba.
-Jos- sollozo Emilia- Por favor despierta- estuvo apunto de acercarse a el, pero Claudio la tomo por la cintura- Déjame, el me necesita- volvió a sollozar.
-Emi, por favor- dijo Claudio- El está...
-Jos por favor hay mucho más en ti- dijo Emilia sin apartar los ojos de el. Le dolía verlo así Jos era una persona fuerte y verlo ahí en el suelo me rompía el corazón- Jos por favor.
Los doctores se miraron entre sí y miraron hacia los padres de Jos. Había miradas que decían solo una palabra, los señores Canela al ver lo que los doctores le intentaban decir con una sola mirada comenzaron a llorar.
Jos había jugado su último partido y lo había perdido.
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