Cómo extrañaba sus labios y sentirla tan cerca mío. Transmitía una sensación de seguridad aunque la situación no lo sea ya que nos estamos besando en medio de la sala.
Parece que me estoy aprovechando de la situación que ella está borracha y no tiene bien sus cinco sentidos, pero no aguante. Perdón.
-Claudio, basta- se alejo de mi ¿Por qué?- Dijimos que eso no iba a volver a pasar, somos hermanos.
-Hermanastros- ay no- Creí que tú mamá estaba casada con mi hijo... O era al reves.
¿Y ahora que hacemos? Me di vuelta y ahí estaba mi abuelo mirándonos con una expresión que no entendía ¿Estaba enojado o feliz o no sé...- Abuelo- dije- Nono, esto no es lo que parece.
-¿Y que es lo que pienso yo?- pregunto- Yo no sé lo que pienso.
-Señor Meyer- oi hablar a Emilia detrás mío- Por favor no diga nada. Todo esto es una equivocacion.
Necesitaba hablar con mi abuelo para que entienda las cosas y explicarle porqué necesitaba que no diga nada- Abuelo voy a llevar a Emilia a su cuarto, para que nosotros podamos hablar a solas.
Tome la mano de Emilia y ambos subimos al cuarto. Estaba borracha, pero parecía saber la medida del problema que estábamos viviendo. Entramos a su cuarto y solté su mano- ¿Y si dice algo?- me preguntó.
-No, tranquila no va a decir nada- dije, no estaba seguro de aquello. Pero si estaba seguro que voy hacer todo lo posible para que mi abuelo no diga nada- Yo me encargo- y besé su frente- Ve a darte una ducha para que se te baje un poco el alcohol- y me fui.
Caminaba a paso lento, creo que jamás en mi vida estuve tan nervioso. Mi abuelo estaba sentado sobre el sillón, llegó el momento.
-Lo que viste- dije y me senté enfrente de el- No... Creo que... No sé que decir.
-Ella es el amor prohibido del que tanto me hablabas- lo mire con mucho atención ¿Cómo es que recuerda eso?- Por dios, Claudio. Te enamoraste de tu propia hermana, es la hija de la mujer que tú papá eligió para empezar una vida, encima Rosario está embarazada. El lazo que los une va hacer más fuerte.
-Abuelo lo sé- dije- Pero si te soy sincero... A mí no me importa nada. Es a ella que le importa, es por eso que ahora no estamos juntos porqué ella considera que la felicidad de los demás está primero. Abuelo, yo la amo.
-No sé que decirte- dijo el. Se que está decepcionado y debe sentirse incómodo pero...- Yo te apoyo, siempre voy a estar acá para ustedes. Pero dime, ¿Que sientes por ella? ¿La quieres?.
-¿Si la quiero? La quiero mucho, es el amor de mi vida, mi media naranja o mi hilo rojo- rei como boludo enamorado- Ella me enseño lo que es el amor verdadero y a creer que los sueño, no son solos sueños. Por Emilia hice muchas cosas, a veces siento que no valora nada de lo que hago por ella.
-Tal vez tiene miedo- dijo mi abuelo- Le cuesta demostrar sus sentimientos. Pero se nota que te quiere y mucho.
-Gracias a Emilia me preguntó que tengo que hacer en la vida para conseguir lo que quiero- dije- Ella me hizo cambiar muchísimo.
-Yo no voy a decir nada, son ustedes los que van hablar. Pero no con Rosario y Javier si no con ustedes mismos- dijo- Necesitan hablar con el corazón.
-Lo intenté, lo juro. Pero ella no quiere- dije- No voy a insistir tanto, no quiero verla molesta.
-Ay Claudio- dijo mi abuelo y apoyo su mano en mi hombro- Los hombres Meyer aman ver a sus mujeres enojadas, a mi no me engañas estoy seguro que ya has echo enojar a Emilia- rei eso era tan cierto- Me voy a dormir, mañana vuelvo a Argentina con tu abuela.
-Saludala de mi parte- extrañaba tanto a mi abuela- Dile que la amo mucho.
Mi abuelo se levantó del sillón con mi ayuda y subió las escaleras con mi ayuda, entro a su cuarto. Sentía una mirada sobre mi, sabía perfectamente quien era.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí?- pregunté.
-Lo suficiente- me dijo- ¿Por qué nunca me dijiste todo eso?.
-¿Que ganaba si te lo decía? Las cosas no hubieran cambiado en nada- dije- Ahi tenés tu respuesta- su silencio, ese silencio del cual ya estaba harto. Soy muy paciente pero ya... Me está colmando la paciencia- Está charla no vale la pena- susurré, recordé que estamos a muy pocos pasos del cuarto de mi papá y Rosario- Hasta mañana.
Me di la vuelta, pero Emilia me tomo el rostro con sus manos y me beso. Tal vez las cosas si cambiaron.
-Emi estás borracha- dije sobre sus labios.
-No ya no- Entonces si iba a recordar esto mañana y si estaba segura de lo que estaba haciendo- Claudio, espérate- estaba intentando alejarse de mi, pero no sé lo permití. Puse una mano sobre su nuca acercándola más a mí y la otra mano la puse en su cintura para asegurar más- No me hagas enojar, Meyer.
-Es nuestra especialidad- dije y me aleje de ella. Las chicas Ruiz cuando se enojan dan miedo- ¿Estamos bien?.
-Si- dijo y ahora puedo sentirme bien. Me volvió el alma al cuerpo- Pero hay que hablar.
-Okey, hablamos en tu cuarto o en el mío- dije con una sonrisa que ella entendía perfectamente.
-Olvídalo y si quieres estar conmigo vas a tener que desinfectarte, no se me olvida lo de la toña- jajaja amaba tanto sus celos y los había extrañado- Tengo que irme a dormir.
-Un último beso y podés- dije y me acerque a sus labios, estaba apunto de volverlos a sentir. Pero Rosario salió del cuarto y nosotros dos rápidamente nos alejamos.
-¡Te dije basta y no me haces caso!- grito Rosario pasando por enfrente de nosotros dos- ¡Te odio!.
-Repito es nuestra especialidad- dije riendo.
-Amor, perdón no te hago enojar más- dijo mi papá saliendo del cuarto y llendo tras Rosario.
-Y nuestra especialidad es tenerlos a los Meyer como perros- dijo Emilia, eso eran tan cierto.
Kevin apareció por el pasillo y cuando nos miro parecía que estaba viendo un fantasma o algo así ¿Que le pasa ahora?.
{5/5}
Oigan si siento que estoy bien desaparecida, Entonces pensé tomarme un tiempo y escribir muchos capítulos para publicar más rápido cada que el capítulo llegué a las 40 estrellitas.
Bye, espero que está cuarentena la estén pasando bien. Bye.
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"¿Por qué?"
Teen Fiction¿Por qué la vida se empeño tanto en hacernos sufrir? ¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué se conocieron y se enamoraron? ¿Por qué nos enamoramos nosostros? La vida que todos quieren lujos por todos lados, viajes, autos caros, ropa y casas en to...