Aparco el coche en lo que se supone es mi nuevo hogar, respiro profundo y sonrió.Desde chiquita soñé con este momento, cuando vi las imágenes de esta casa, algo dentro de mi sabia que era la casa que buscaba, no sé, pero hay algo especial aquí, cada parte de mi cuerpo siente esa energía, esa felicidad llamarme. Y aquí estoy, en busca de ese sueño, que hará mi corazón revolotear de alegría.
Vuelvo a respirar profundo.
—Vamos Caitlin, tú puedes—digo emocionada mientras abro la puerta.
Con los nervios de punta, salgo y me dirijo al baúl para buscar mis cosas.
—Ahh—me quejo al chocar con algo o mejor dicho alguien.
Un hombre alto y de cabellos oscuro está parado frente ami, observándome silenciosamente.
Y miren que es guapo el tipo.
—Me asustaste—digo observando sus ojos oscuros y fríos como la noche. ¡Qué rayos! sus pupilas crecen mucho, demasiado, casi que no puedes admirar el iris de sus ojos.
—¿Qué me ves?—dice fríamente con una de sus cejas levantada.
Un escalofrío me recorre.
Veo como sus pupilas vuelven a la normalidad.
Dios santo, ¿Estaré soñando?
Negó, y vuelvo mi mente a la tierra.
—Nada, yo soy Caitlin Cruz, mucho gusto—digo ofreciéndole mi mano. Después de unos minutos de ver que no me corresponde, la bajo.
Pesado, un poco de amabilidad no le hace daño a nadie.
Lo veo acercarse, y sin darme chance de alejarme este me acorrala contra el coche con su cuerpo.
Sus ojos se quedan fijos en los míos, siento extraño, mi mente grita cuidado pero mi corazón dice lo contrario. Después de unos segundos se aleja, respiró profundo y camino hasta el baúl. Abro la puerta y él aparece a mi lado.
—Joder—digo con el corazón acelerado. No comprendo como llega tan rápido a todos lados, bueno, que me importa.
—Te ayudo—dice cogiendo una caja y llevándola hacia adentro.
No pues adelante, ni siquiera espero que le permita hacerlo, pero ok.
—Gracias—sonrió, al final a quien le cae mal la ayuda, y menos cuando proviene de alguien así, hello, tampoco es que soy tan boba.
Cojo una caja y la llevó hasta la sala, cuando la bajo, notó que el ya las ha traído todas, rayos, angustiada las cuento 3 veces, 12, pero ¿cómo? no pude haber tardado tanto, o sí.
Creo que me estoy volviendo loca, a lo mejor es el cansancio, si seguro es eso.
Negó.
—¿Quieres agua?—pregunto sacando unas copas de una caja.
—No—dice en tono seco y distante.
Vaya, que actitud.
Me acerco al fregadero y volteo a verlo.
—¿Vives cerca?—preguntó algo curiosa.
—Si—responde en tono frío y cortante.
Si, no, no sabe decir otra cosa este tipo.
Abro la llave y pongo el vaso debajo para coger algo de agua. Al terminar llevo mi vista a él, sus ojos me miran fijamente, de pronto un escalofrío me recorre.
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CONTIGO A LA FUERZA
RomanceLiam Boldini es un vampiro arrogante que cree que todo lo que desea le pertenece, Caitlin Cruz por otro lado es una chica soñadora que solo desea ser independiente, pero que pasara cuando el destino los ponga en el mismo lugar, ¿Podrá Caitlin domar...