CONTIGO A LA FUERZA

Capitulo 31

[[CAITLIN]]

Liam me acorrala entre el fregadero y su cuerpo. Su aroma a Vainilla me enloquece, Jesus, miro sus labios.

Se aleja un poco, lo agarro por el suéter y lo atraigo a mi.

Su mirada va de un lado a otro.

—¿Que sucede?—digo en tono preocupada.

Lleva una de sus manos a mi cara, mueve un poco mis cabellos para atrás y acaricia mi mejilla—tus padres ellos—respira hondo—no son tus padres—dice llevando su mirada a mis ojos.

¿Que?

—No, no es posible, ellos son mis padres, lo son—digo negando.

—Ellos te adoptaron, tu padre—dice llevando su mirada hasta mis ojos—es Rasiel, el hombre que acabas de conocer—dice abrazándome a su cuerpo.

Lo empujó, acaso me esta jugando una broma.

—Princesa—dice algo nervioso.

Negó, estoy que exploto, no puede ser verdad, no.

Vuelvo a negar.

—¿Por que lo haces? No quieres que valla a verlos es eso—digo en tono furiosa.

—Soy tu padre—dice Rasiel apareciendo en la cocina.

—No es verdad—digo de mala manera, con los ojos puestos en el.

—Lo soy—vuelve a decir.

Miro a Liam, siento como se me aguan los ojos, de pronto todo se ve borroso.

—Caitlin.

Escuchó mi nombre y pum, desvanezco.

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[[MARGO]]

—Tobías—digo corriendo a sus brazos y apretándome a su cuerpo como si no hubiera un mañana.

El me corresponde.

Lo miro.

Sonríe.

Llevo mis manos hasta su cabeza y junto nuestros labios, hace mucho deseaba besarlo, sentir su aroma, su calor.

—Te amo—dice llevándome hasta un tronco.

Sonrió.

—¿Que?—pregunta mirándome divertido.

—¿Porque me has traído aquí?—pregunto curiosa.

—Privacidad—susurra en mi oído en tono seductor, siento como los sentidos se nublan y me pierdo.

Me quita la chaqueta, rápidamente quito su suéter.

—No creo—dice pero no lo dejo terminar, ya se lo que dira y no quiero peros.

—Shh, bésame—digo de manera sexy, moviendo mis labios con lentitud, halo su cara a la mia, atrapando su labio inferior, me aprieta la cintura, Dios, te amo.

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[[ELENA]]

—Hola—digo entrando al cuarto de Jorge.

—Elena—dice abotonándose la camisa.

Llevo mi mirada a su pecho, Padre nuestros, Jesus santo, que cosa mas bien hecha, uff.

—Te gusta lo que vez—dice Jorge divertido.

Negó.

Que te sucede Elena, relájate.