Liam Boldini es un vampiro arrogante que cree que todo lo que desea le pertenece, Caitlin Cruz por otro lado es una chica soñadora que solo desea ser independiente, pero que pasara cuando el destino los ponga en el mismo lugar, ¿Podrá Caitlin domar...
—¿Aquí estas?—dice Tobías acercándose y rodeando mi cintura con su brazo izquierdo.
Lo miro y le sonrió.
—Solo quería platicar un poco con mi hermana—digo mirando hacia el frente.
Él asiente.
Me levanto, él hace lo propio y empezamos a caminar hasta la salida.
—¿Cómo te fue con la chica de Liam?—pregunta curioso.
—Mejor de lo que espere—digo sonriendo, la verdad me agrada, creo que seremos buenas amigad.
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[[CAITLIN]]
Abro los ojos y lo primero que veo es el sol chocar contra mi cara.
—Ash—me quejo, por un momento la vista se me nubla, pero a los segundos ya veo normal. Extiendo los brazos hacia atrás y bostezo. No me di cuenta en que momento me quede dormida, aunque, no es como que alguien se da cuenta, cierto. En fin, me levantó y voy al baño a asearme, hoy será una gran día, lo presiento o al menos eso espero.
Ya limpia y reluciente me pongo una camisa rosada con rayas blancas. Salgo hasta la cocina, tomo una cantina con cereal y leche y me tiro en el mueble de la sala.
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—Buenos días—dice Liam apareciendo de la nada, como siempre.
—Buenas—digo enfocada en mi cereal. No quiero mirar su estúpida cara de imbécil en este momento.
—¿Dormiste bien?—dice sentándose a mi lado y con una pequeña risa entre sus dientes.
Patético.
—Demasiado—sonrió y digo lo más segura que pueda para convencerlo. Lo cierto es que dormí fatal por su culpa, pero digamos que lo omitiré en su presencia.
—Al menos alguien durmió esta noche—dice con descaro.
—Si—afirmo y se ríe.
Ni creas que me quedaré con esa.
—Talvez se te quita el mal humor—digo con ironía y me cruzo de brazos.
Él me mira enojado.
Sonrío.
Seguiré molestando hasta que vote fuego.
—Ya sabes, es bueno para romper tenciones y a ti te urgía—digo y le guiño un ojo.
—¿Cómo lo sabes?—Pregunta mirándome a los ojos. Acaso cree que vengo de un hoyo este imbécil, si eso lo saben todos.
Tan bonito y tan bruto, pobre.
—¿Estuviste con alguien?—dice agarrando mi brazo derecho al ver que no respondo.
