Capitulo 12

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Me levanto emocionada, quien no enrollada en los brazos de Liam.

Sonrió.

De pronto lo veo abrir sus ojos y cierro los míos de golpe.

"Ojalá no sé dé cuenta"

Se ríe y trata de salir con cuidado de la cama.

—¿A dónde vas?—pregunto curiosa agarrando su brazo izquierdo.

—A bañarme—responde divertido.

Es tan lindo cuando se levanta, bueno es lindo siempre, no sé como alguien puede ser tan perfecto, pero Liam Boldini es simplemente otro nivel.

Negó.

¿Qué habrá dicho?

Cierto, se bañará, ¿Acaso se estaba riendo mientras lo decía?

—¿Por qué te estabas riendo?—digo tartamudeando nerviosa.

Me mira fijamente a los ojos. Ese marrón chocolate de sus ojos ligados con él brilló que muestra su pupila será sin duda la causa de mi muerte.

"Pero que muerte" suspiró.

—Si vas a pretender que duermes, hazlo bien Caitlin—dice riendo.

Me río, acaso cree que va a engañarme con esa historia.

Aja, espéralo.

—No me digas, ¿Por qué salías con cuidado si sabías que no estaba durmiendo?—digo con mis aires de, te atrape y me río.

—Porque yo si sé cómo pretender Caitlin—dice firme, matando mi risa prepotente.

Ruedo los ojos.

Liam sabe como arruinar los buenos momentos.

—Te odio—digo y me cruzo de brazos.

—Imposible—dice riendo.

Ruedo los ojos de nuevo.

Es tan creído.

—Volveré rápido, no me extrañes tanto—dice tan sensual que me pierdo.

Dios ten piedad de mí, esto es demasiado.

«Pum»escuchó la puerta cerrarse.

Respiro profundo y decido ir al baño a asearme.

Cuando terminó me dirijo al cuarto y veo a Liam acostado en mi cama con una bandeja de comida al lado.

¡Qué romántico!

Me mira extraño, se dará cuenta qué estoy suspirando.

Negó.

—Tarde mucho—pregunto nerviosa.

Vamos di que no, please. Cruzo los dedos.

—No, yo soy muy rápido cariño—dice con su arrogancia a mil.

Me río.

—Ahora ven aquí y abrázame—ordena.

Lo miro mal, es que nunca dejara de ser mandón.

Me sonríe.

No lo pienso más y me lanzo a sus brazos, o bueno más bien a ese hermoso pecho que tiene.

—Ouch—se queja.

—Perdón, creí que no te dolería—digo avergonzada.

Se ríe.

Uff, es un mentiroso, lo detesto.

—Eres lo peor, ya verás—digo golpeándolo con una almohada.

CONTIGO A LA FUERZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora