Me enamore de ti... Jikook/KookMin

Capitulo 16

El tiempo seguía corriendo, el silencio que se había formado a nuestro alrededor era algo abrumador y no sabía el motivo, me moví un poco incómodo en mi lugar. Jimin hizo lo mismos, pero a diferencia que el giro su rostro y bajo su mirada y por arte de magia yo también lo hice, la única diferencia es que yo subí mi mirada. Fue así como nuestros ojos se encontraron y se miraron por unos largos segundos, poco a poco fui levantando mi cabeza de su hombro para poder verlo mejor. Lentamente nos fuimos acercando. Nuestros ojos subían y bajaban, observábamos cada detalle de nuestro rostro, nuestra respiración comenzaron a chocar entre sí, los labios de Jimin se abrieron un poco y yo repetí su acción. La distancia que quedaba entre nosotros de un momento a otro desaprecio.

Sus rosados labios se posaron en los míos, nos quedamos unos segundos así disfrutando de esa sensación hasta que lentamente ambos comenzamos a moverlos. Jimin llevo una de sus manos hasta mi mejilla y la acaricio, eso se sentía tan bien, me gustaba que hiciera eso. Su lengua comenzó a delinear mi labio inferior y cuando me di cuenta su lengua ya se encontraba explorando mi cavidad bucal, el movimiento de su sin hueso se detuvo en el momento que encontró la mía. Lentamente comenzamos a moverla de un lado al otro comenzando una pequeña pelea, me gustaba tanto que quería más. Subí mis manos hasta su cuello, mis dedos comenzaron a deslizarse lentamente hasta llegar a sus mechones de cabello, aventure a mis dedos dentro de aquella densidad de cabello obscuro y sedoso. Jimin bajo sus manos hasta mi cadera y así me ayudó a levantarme de una manera muy rápida para terminar sentado en sobre su regazo, su espalda se encontraba recargada contra el respaldo del sillón y sus manos comenzaron a dejar suaves caricias por mi cuerpo.

Sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, cada parte que él tocaba comenzaba a arder, no quería que parará, yo quería sentir más.

Tome varios mechones de pelo en mi mano y jale un poco de ellos cuando comenzó a jugar con uno de mis pezones, pequeños suspiros se me comenzaban a escapar y es que se sentía tan bien sus dedos sobre aquella zona tan sensible sobre mi cuerpo.

— Mmgh... Ji-Jimin – gemí en sus labios, aquella sensación era realmente excitante y no quería parar, así que opte por pedir más — M-más, Jimin, q-quiero mas

Sus besos descendieron hasta mi cuello, incline mi cabeza hacia un lado exponiendo más mi blanca piel, sus besos eran suaves, pero al pasar los segundos estos comenzaron a ser más húmedos hasta que término por succionar de mi piel. No puedo negar que dolió un poco, pero era más la excitación en esos momentos que se sentía jodidamente bien. Sé que eso dejara marca después, pero eso no me importaba en estos momentos, yo lo único que quería era seguir sintiendo aquello.

Mi cuerpo no podía soportar más así que me deje caer sobre su cuerpo, eso provocó que ambos soltáramos un par de gruñidos. Nuestras erecciones se tocaron de una manera exquisita, nos gustó, ambos ya estábamos completamente duros. Aquella sensación me gustó mucho y en seguida mi cuerpo pedía por más.

Este comenzó a moverse involuntariamente, mis caderas se movía provocando una fricción entre ambas erecciones. Miles de sensaciones sentía por todo mí cuerpo, esto era algo nuevo y agradecía que esto me gustara. Después de un par de movimientos sobre aquella dura erección comencé a sentir comí mi ropa comenzaba a humedecerse por el líquido preseminal que comenzaba a salir, esto comenzaba a salirse de nuestras manos.

Si seguimos así no sé cómo termine esto, necesito que mi autocontrol este presente o acabaremos mal.

— K-Kook – mi nombre salió de sus labios de una manera muy sexy — ¡C-carajo!

Los gemidos de Jimin acabaron con todo lo que quedaba de mí cordura, ya no voy a poder parar hasta que tenga lo que quiero y lo que quiero es sentir a este tipo dentro de mí. Mis labios comenzaron a explorar la piel del cuello de Jimin, al parecer le gustaba que hiciera aquello ya que sus manos comenzaron a apretar mis caderas y comenzó a moverlas con desesperación, solo provocaba más gemidos por mi parte.