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Pasaron un par de días en los que el par de hermanos se quedaron con Lana y vaya que lo habían disfrutado. La casa de la mexicana era todo un sueño "moderno", sobre todo tomando en cuenta la casa que el Pat compartía.
Definitivamente el dinero no era el factor que los hacía vivir juntos, ambos ganaban muy, Hardin más que nada, pero era tan grande su amor por em otro, Qué mientras estuvieran solteros, o al menos en algo no tan serio, vivirían juntos.
En aquel preciso momento, Lana acompañaba a su amiga al aeropuerto para que regresara a su tan amada ciudad natal. Hardin, un día antes había agradecido a la mexicana por si hospitalidad y se había retirado a un hotel donde se quedaría un par de días más debido a un asunto de trabajo del cual él, de entre todos los chicos se tenía que encargar. Fue la mala suerte de llegar a América por su parte. Por supuesto Lana le había puesto trabas para que no se fuera y pasara el rato en su casa, no le era inconveniente, pero Hardin no quería sentirse un intruso, por lo que optó por irse de la casa antes.
—¿Llevas todo? Porque puedes quedarte otro día si algo se te olvida. No tengo problema...
—No se me olvida nada, mamá—se burló—. También te voy a extrañar pero podemos hacer videollamadas diario. Lo sabes.
—No es lo mismo, pero lo tomaré—le sonrió—. Es solo que estando ustedes dos aquí me hacían pensar menos en el asunto de Sosie.
—Hardin estará aquí un par de días más, entonces podrías quedarte de ver con él, salió de tu casa porque no quiere aprovecharse de la situación, pero saldría contigo en un abrir y cerrar de ojos.
—¿Y que te entusiasma tanto de regresar a Londres?
—Amiga, ¿debo recordarte que tengo un alma competitiva.
—No me digas que conseguiste una cita tan rápido como Holland. cabróna.
—Para nada—dijo carcajeando—. Pero pretendo hacerlo—le sonrió ampliamente.
—Solo pierde y quiere me ya.
—Ya te quiero, pero... quiero ganar—le sonrió.
—Nunca te imaginé en mood "Fuckgirl".
—Yo tampoco pero ustedes me retaron—le sonrió y el auto se detuvo—. Bueno. Llegamos Justo a tiempo—sonrió mirando la hora en su celular—. Creo que lo mejor será despedirnos ahorita.
Las amiga compartieron un fuerte abrazo y luego bajaron por las maletas a la cajuela, el lugar estaba despejado, nadie tenía idea que Olivia regresaba a Inglaterra. Tras bajar todo del auto se miraron y se abrazaron por segunda vez.
—Ya vete antes de que te lleve de vuelta a mi casa—le dijo y ambas se separaron.
La rubia abordó pronto el avión en el que viajaría de vuelta a Londres y en ese mismo instante le llegó un mensaje de la persona que menos se le habría ocurrido, Niall Horan,
