Capítulo 15

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Ayer, contrario a lo que pensé que pasaría me fue de maravilla. Mi beso con Cedric es lo que más resalta, pero también conseguí amistarme con Ron.
Por desgracia nos encontramos a los de Slytherin que esperaban fuera de las mazmorras de Snape, cada uno con una insignia bien grande en la pechera de la túnica. Todas mostraban el mismo mensaje en caracteres luminosos rojos, que brillaban en el corredor subterráneo apenas iluminado:
Apoya a CEDRIC DIGGORY: ¡el AUTÉNTICO campeón de Hogwarts!
Aunque lo de “auténtico campeón” no me gustaba mucho, ver el nombre de Cedric bastaba para hacerme sonreír.
—¿Te gustan, Potter? —preguntó Malfoy en voz alta, cuando me aproximé—. Y eso no es todo, ¡mira! —Apretó la insignia contra el pecho, y el mensaje desapareció para ser reemplazado por otro que emitía un resplandor verde: POTTER APESTA
Los de Slytherin berrearon de risa. Todos apretaron su insignia hasta que el mensaje POTTER APESTA brilló intensamente por todos lados.
—¡Ah, muy divertido! —le dijo Hermione a Pansy Parkinson y su grupo de chicas de Slytherin, que se reían más fuerte que nadie—. Derrocháis ingenio.
—¿Quieres una, Granger? —le dijo Malfoy, ofreciéndosela—. Tengo montones. Pero con la condición de que no me toques la mano. Me la acabo de lavar y no quiero que una sangre sucia me la manche.
La ira que había acumulado durante días y días pareció a punto de reventar. Antes de darme cuenta de lo que hacía, ya había cogido la varita mágica. Todos los que estaban alrededor se apartaron y retrocedieron hacia el corredor.
—¡Harry! — advirtió Hermione.
—Vamos, Potter —me desafió Malfoy con tranquilidad, también sacando su varita—A ver si tienes lo que hay que tener…
Sin pensarlo dos veces actué por instinto
—¡Furnunculus! —gritó Harry.
—¡Densaugeo! —gritó Malfoy.
De las varitas salieron unos chorros de luz, que chocaron en el aire y rebotaron en ángulo. Mi conjuro le dio a Goyle en la cara, y el de Malfoy a Hermione. Goyle chilló y se llevó las manos a la nariz, donde le brotaban en aquel momento unos forúnculos grandes y feos. Hermione se tapaba la boca con gemidos de pavor.
—¡Hermione! —Ron se acercó a ella apresuradamente, para ver qué le pasaba. Vi a Ron que le retiraba a Hermione la mano de la cara. No fue una visión agradable. Los dos incisivos superiores de Hermione, que ya de por sí eran más grandes de lo normal, crecían a una velocidad alarmante. Se parecía más y más a un castor conforme los dientes alargados pasaban el labio inferior hacia la barbilla. Horrorizada, lanzó un grito de terror.
—¿A qué viene todo este ruido? — dijo una voz baja y apagada. Acababa de llegar Snape. Snape apuntó a Malfoy con un largo dedo amarillo y le dijo: —Explícalo tú.
—Potter me atacó, señor…
—¡Nos atacamos el uno al otro al mismo tiempo! —le interrumpí
—… y le dio a Goyle. Mire… Snape examinó a Goyle, cuya cara no hubiera estado fuera de lugar en un libro de setas venenosas.
—Ve a la enfermería, Goyle — indicó Snape con calma.
—¡Malfoy le dio a Hermione! — dijo Ron—. ¡Mire!
Obligó a Hermione a que le enseñara los dientes a Snape, porque ella hacía todo lo posible para taparlos con las manos, cosa bastante difícil dado que ya le pasaban del cuello de la camisa. Pansy Parkinson y las otras chicas de Slytherin se reían en silencio con grandes aspavientos, y señalaban a Hermione desde detrás de la espalda de Snape.
Snape miró a Hermione fríamente y luego dijo: —No veo ninguna diferencia.
Hermione profirió un gemido y se le empañaron los ojos. Dando media vuelta, echó a correr por el corredor hasta perderse de vista.
—Muy bien —declaró con su voz más suave Snape—. Cincuenta puntos menos para Gryffindor, y Weasley y Potter se quedarán castigados. Por ahora entren que tengo una clase que empezar.
Había pasado un momento y la clase se vio interrumpida. Era Colin Creevey. Entró en el aula y fue hacia la mesa de Snape.
—¿Sí? —preguntó éste escuetamente.
—Disculpe, señor. Tengo que llevar a Harry Potter arriba.
Snape apuntó su ganchuda nariz hacia Colin y clavó los ojos en él. La sonrisa de Colin desapareció.
—A Potter le queda otra hora de Pociones —contestó Snape con frialdad — Subirá cuando la clase haya acabado.
Colin se ruborizó.
—Señor…, el señor Bagman quiere que vaya —dijo muy nervioso—. Tienen que ir todos los campeones. Creo que les quieren hacer unas fotos…

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Gracias por haber esperado por una actualización.
Creo que todos se merecen una disculpa de mi parte.
Estuve a punto de dejar la historia, pero ya no más. Ahora tengo planes de continuar actualizando y de terminarla.
Los quiero <3

¿Solo compañeros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora