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Draco estaba inspirado. Le encantaba su trabajo, y nada le ayudaba a olvidar sus problemas como las atronadoras mezclas del club. A menudo se encontraba perdido en el ritmo mientras cerraba los ojos y dejaba que la música se hundiera en su propia alma.

Pero esta noche no podía hacer eso. No, esta noche se encontró medio mirando fuera de la cabina de cristal en que se encontraba, inspeccionando la multitud periódicamente, mientras buscaba a ese ex novio psicópata acosador suyo. Una cosa que notó fue que la multitud parecía ser cada vez más joven. Desde chicos de fraternidad con camisas polo hasta chicas góticas vestidas de negro, el Club Chatanz atendía a todos ellos.

Esto sólo le recordó a Draco que se estaba haciendo demasiado viejo para la mierda que Blaise le estaba haciendo pasar. ¿Pero había una edad mínima para ser acosado?

No lo creía.

Hasta ahora Draco no había visto a Blaise. Pero eso no quería decir que el hombre espeluznante no estaba en el club. Sólo significaba que Draco no estaba prestando mucha atención. Nunca lo hacía cuando se trataba de tocar la música que su público bailaba. Tal vez el hombre se rindió y decidió que Draco no merecía el fastidio.

Sí, y los cerdos volaban con frecuencia por la ciudad.

Espera...

¿Qué demonios es eso?

Draco vio a un chico abriéndose paso entre la multitud.

Hombre, si está buenísimo ¿o qué? El chico inmediatamente cautivó a Draco, desde las largas piernas firmes con las que se estaba paseando por el club hasta el pecho cincelado que rogaba ser lamido y chupado. El hombre era un sueño hecho realidad. El desconocido era tan malditamente digno de babear que Draco se limpió la boca. Esos vaqueros desteñidos serían muy efectivos para ayudar a la imaginación sexualmente activa de Draco.

¡Oh Dioses! Él tenía barba de un día.

¡Delicioso!

Draco no estaba interesado en los twinks que parecían vagar libremente en el club. Él estaba bastante bien construido a excepción de su barriga, que se estaba haciendo blanda por la comida rápida. Los twinks siempre estaban tratando de coger con él. Draco no se acostaba con ellos, sin embargo. En primer lugar, sólo lo querían por su trabajo, el cual era un atractivo para tener derecho a jactarse de que el DJ los había follado.

Por lo tanto no sucedería.

Y porque segundo, Draco era el chico de abajo. No es que se opusiera a estar arriba, pero simplemente no podía ver a un hombre de la mitad de su tamaño detrás de él intentando ocasionarle un orgasmo. Simplemente no podía imaginárselo. Cada vez que trataba de imaginar tener a un twink detrás de él, se reía. La imagen era sólo tan loca.

A Draco le gustaba un hombre con manos callosas, barba de unos días en su rostro, y un agarre firme. Él quería saber que un hombre lo estaba follando sin importar la posición en que él estuviera. Draco quería sentirlo desde la parte superior de su cabeza hasta la punta de las uñas de los pies. Y este hombre deambulando por la multitud cumplía estos requisitos perfectamente.

¿Pero era gay?

Esa era la pregunta del millón de dólares.

Qué lástima que Draco nunca tuvo uno de esos infames gayradars. Nunca fue bueno eligiendo a un hombre gay de una multitud hetero. Una vez consiguió un puñetazo en la boca para demostrar que su gayradar estaba descompuesto sin posibilidad de reparación. Eso había sido suficiente para Draco para nunca suponer de nuevo.

El problema de Draco (fanfic harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora