Capítulo 2 - Nuevo comenzar; tercera parte.

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Lan WangJi había estado pensando seriamente cómo explicarle a Lan SiZhui por qué Wei WuXian no volvería más a su lado, no obstante, eso no fue necesario.

Cuando Lan SiZhui despertó, con la saliva seca en la comisura de los labios y las marcas de almohada por todo el flanco izquierdo del rostro, se encontraba desorientado pero no preguntó nunca sobre Wei WuXian.

La intensidad de la fiebre que lo atacó había borrado sus memorias.

Lan WangJi nunca lo emitió en voz alta, pero su hermano entendió que el que Lan SiZhui no recordara nada le había dolido más de lo que imaginó. Si bien era una fortuna que el niño no guardara en la memoria eventos tan traumáticos, Lan WangJi mantenía la esperanza de que alguien más atesorara con calidez a Wei WuXian en el corazón.

Un poco desorientado se encargó de enseñarle al pequeño cuál era su nombre, su edad y quién era él.

—Yo soy Lan WangJi.

—Eres papá... —la voz de Lan SiZhui era firme y vivaracha. Lo dijo con tal soltura y confianza que no se dio cuenta de los estragos que ocasionó en el corazón de Lan WangJi.

Quizá nunca se terminaría de acostumbrar a esa sensación pero sentía que algo se calmaba dentro de sí cuando el niño le llamaba papá o simplemente lo veía.

—Mn. Y tú eres Lan SiZhui.

—No.

—¿No?

—Soy A-Yuan. Papá me llamó A-Yuan.

—Eres A-Yuan y Lan SiZhui, eres los dos.

—¿Por qué?

—Porque Lan SiZhui es tu nombre de cortesía.

—¿Por qué?

—Porque otras personas te llamarán Lan SiZhui y yo te llamaré A-Yuan.

—¿Por qué?

—Porque sólo las personas que quieres y te quieren pueden llamarte A-Yuan.

El pequeño se quedó en silencio unos segundos mientras Lan WangJi, sentado a su lado, se preguntaba si los niños a todo respondían con otra pregunta. Él no recordaba ser así, fueron contadas las veces en las que preguntó más allá de lo necesario.

Entonces, cuando Lan SiZhui iba a preguntar algo más, otra persona se anunció y entró al Jingshi.

Lan XiChen venía con una caja en una mano y algo más escondido en la otra.

—Hola, A-Yuan —saludó con una suave sonrisa en el rostro y notó la sorpresa del niño.

Lan SiZhui miraba a Lan WangJi, después al recién llegado y volvía a mirar a Lan WangJi. Repitió la acción muchas veces mientras los Jades se mantenían atentos a sus facciones. El pobre niño acababa de tener un corto circuito al ver a dos personas casi tan idénticas como las gotas de agua.

Teniendo la experiencia de haber cuidado de su hermano, Lan XiChen se acercó a Lan SiZhui con más confianza pero éste se puso algo rígido al no haber pasado aún la sorpresa inicial. Instintivamente, Lan WangJi puso una mano sobre la espalda del niño y dio suaves caricias como para animarlo.

—Yo soy Lan XiChen —se acuclilló al borde de la cama, mirándolo a los ojos—, soy hermano de WangJi.

Lan XiChen jamás se esperó que Lan SiZhui tuviera la misma reacción que su hermano llevaba a cabo cuando de pequeño lo presentaba a alguien: se escondió al costado de Lan WangJi, tomando entre las manitas las túnicas blancuzcas.

Lan WangJi asintió en señal de aprobación cuando Lan SiZhui elevó el rostro hacia él, parecía que le preguntaba si era adecuado hablar con el recién llegado. Entonces, en esa ligera acción notó algo que marcaba la diferencia entre los dos hombres a su lado: ojos del color del sol y la sonrisa.

Recuerdos impregnados del primer amor | v.1 | Lan MeiLingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora