"...No tienes que llorar, va a parar de llover.
Yo salí a trabajar pero voy a volver
y te voy a construir un castillo de bambú,
lo que nunca tuve yo
quiero que lo tengas tú..."
—Residente; Milo. (Canción de un padre a un hijo)
Aun pasadas las semanas, para Lan WangJi la sensación de emoción paternal que Lan SiZhui le hacía sentir seguía pareciendo nueva y cálida.
Durante ese tiempo, las heridas en su espalda, aunque le cortaban movilidad y vitalidad, ya no dolían tanto ni lo mantenían la mayor parte del día sobre la cama. Poco a poco su cuerpo comenzaba a recuperarse de todo el daño y el esfuerzo al que fue cruelmente expuesto.
Lan SiZhui por fin había adoptado el hábito de sueño de la secta Gusu Lan, aunque Lan WangJi debía admitir que le había costado más esfuerzo del necesario lograr que el pequeño se acostumbrara. No obstante, ahora era Lan SiZhui quién antes de que se dieran las nueve de la noche comenzaba a bostezar y a tallarse los ojitos con el dorso de la mano. Pasadas las nueve Lan SiZhui pateaba ocasionalmente las cobijas, roncaba quedito y no se despertaba hasta escuchar el sonido del guqin y levantarse para acurrucarse al costado de Lan WangJi. Sólo así volvía a tener otra ronda de sueño hasta las cinco de la mañana.
Mientras Lan WangJi se encargaba de preparar el almuerzo, el pequeño se entretenía en una cálida ducha hasta que llegaban a sacarlo y vestirlo.
—¿Por qué es blanco?
—Porque es el color de la secta Lan.
—¿Y qué es una secta?
Lan WangJi guardó silencio un momento para terminar de acomodar la túnica de Lan SiZhui y cuando estaba a punto de explicarle de la manera más sencilla qué era una secta se dio cuenta de que Lan SiZhui ya tenía puesta su atención en otra cosa. Le recordaban a Wei WuXian en ese aspecto. Inteligente pero perdido en ocasiones.
—Volteate.
Lan SiZhui lo hizo de inmediato, dándole la espalda a Lan WangJi se entretuvo con los patrones de la túnica Lan hasta que sintió que algo se ceñía sobre su frente.
La cinta de regulación de la secta Gusu Lan.
Tocó la cinta con la punta de los dedos y volteó a ver la de Lan WangJi.
—¿Quién es tu persona destinada?
Lan WangJi se entumeció.
¿Quién es tu persona destinada?
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Recuerdos impregnados del primer amor | v.1 | Lan MeiLing
FantasyVer. 1 | Sin editar. "...Para el trigésimo tercer azote, los discípulos de la secta Lan sostenían ya los brazos de Lan WangJi. Los ropajes blancos colgaban hechos jirones y se tintaban de un rojo tan intenso como las granadas cuando son aplastadas...