05: Lejos

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El tiempo pasa y parece que no perdona. En menos de lo que creyeron, los 7 ya se encontraban paseando de noche por Wenzhou.

Después de aquel horroroso día todos trataron de permanecer unidos y elevarse el ánimo entre ellos, pues al final de todo, se han vuelto una familia. En algunos momentos disfuncional, pero familia al cabo.

Con cada día que pasaba podían darse cuenta de la ilusión que le hacía a SiCheng volver a ver a su familia, el anhelo en su voz cuando llamaba a su mamá cada tarde era el principal delator. Nadie podía negar que se les estrujaba poquito el corazón cuando lo encontraban tachando los días del calendario, porque para todos era así y no podían comprenderlo más.

Ahora mismo habían salido de la casa donde creció su querido Winwin después de terminar el fansign y pasar un buen rato acompañándolo con su familia. La dicha que inundó el rostro del pelinegro en el momento en que puso un pie dentro de la morada era digno de una fotografía.

A los demás realmente les alegraba ver en su rostro esa sonrisa tan amplia y pura que pocas veces habían tenido la oportunidad de contemplar. Esto no quería decir que él fuese infeliz todo el tiempo que pasaba de gira, todo lo contrario, era parte de cumplir un sueño; pero él jamás olvidaría de dónde viene. Al llegar a su hogar de infancia y aparte de la adolescencia, la madre de Winwin les dio una cálida bienvenida acompañada de mucha comida.

Tanto la señora Dong como su esposo eran personas extremadamente amables y desprendían una aura de bondad y ternura, misma que poseía su compañero. Durante la cena, la pareja se encargó de preguntarle a los chicos sobre todo lo que han hecho desde su debut, además de narrar una que otra anécdota vergonzosa para SiCheng, quién solo soltaba risas incómodas y trataba de impedir que su madre llegase a mostrarles su antiguo álbum de fotos a sus compañeros.

Está de más decir que falló y ahora había una copia de una fotografía que expone su trasero de bebé de un año en los celulares de los otros 6 chicos.

Después de ese entrañable momento decidieron que sería buena idea ir a algún parque o algo parecido antes de regresar al hotel. Siempre que pudieran tomar un respiro iban a hacerlo.

Al llegar al lugar pudieron observar que había una clase feria, con algunos juegos mecánicos, puestos de comida y atracciones típicas de esos lugares, como dardos, tiro al blanco y demás.

El más emocionado era Yangyang, al ser el menor del grupo había veces en que actuaba como un inocente niño, y no era raro, él era demasiado joven cuando empezó a perseguir su sueño aún sin dejar atrás por completo sus días de infancia.

El menor del grupo corrió emocionado hasta el lugar de los dardos jalando a los demás con él entre retos y risas. Yang aseguraba que nadie era mejor que él en ese juego, lo cual resultó irónico puesto que quedó eliminado en la primera ronda.

Quienes resultaron ser los más hábiles en los dardos fueron Kun y Hendery, que al final recibieron dos peluches como premio del juego, uno con forma de puerquito y otro de perrito respectivamente.

Sin perder tiempo, Kun se puso a un lado de Lucas para mostrarle el muñeco, el más alto se sonrojó e hizo un puchero porque quería ser él quien ganara un peluche para su lindo novio. Entre besitos y abrazos, Yukhei se rindió y nombró al puerquito como "Chuing".

Por otro lado, Kunhang había mirado muy emocionado a Xiaojun extendiéndole el perrito para que lo tomara; sin embargo, el castaño solo lo agarró y ni siquiera se molestó en mirarlo. El pelinegro le dio una mirada confusa mientras el otro avanzaba hacia los demás sin decir nada. Aunque en el fondo tampoco era tan raro, desde hace unos días DeJun era distante y algo frío con él.

No entiende qué es lo que pasa, todo había ido bien entre ellos, creía que el mayor confiaba en él, pero al parecer no lo suficiente como para decirle qué iba mal. Al principio creyó que solo era un mal día, pero ahora ya era bastante complicado acercarse a él sin que este le rehuyera con algún pretexto absurdo.

Estaba preocupado, no quería que el menor se encerrara en sí mismo. Si algo había que el estaba más encantado de hacer, eso era compartir la carga de lo que sea que le aflija, lo que más quiere es verlo feliz. Es por ello que aún no le había revelado sus sentimientos, sabías perfectamente que debía ir lento para no ponerlo a la defensiva, pero así no veía la manera.

Definitivamente tendría que acorralarlo para poder averiguar el problema. Por ahora pensaba que lo mejor era seguir jugando en la feria.

Los 7 jóvenes pasaron por cada una de las atracciones del lugar, incluyendo las de comida por supuesto. Se puede decir que salieron cargados de juguetes y conos de helado. 

Ya de regreso en el hotel todos se disponían a ir a sus respectivas habitaciones, pero Hendery tenía otros planes. Mientras los demás miembros entraron al elevador, él y Ten se detuvieron en la recepción.
El motivo era sencillo, le pidió al tailandés que le cambiara de habitación por esa noche, porque debía tratar un asunto importante con Xiaojun.

En un principio el más bajito lo miró algo extrañado pero preferió no preguntar y simplemente accedió. Su vuelo salía la tarde del siguiente día, así que esperaba tener el tiempo suficiente.

Ambos subieron al piso de sus habitaciones y se despidieron antes  de caminar en direcciones contrarias.

Hendery entró a la habitación de Xiao sin hacer muchos, por lo que este no se percató de su presencia en el momento.

—Ten, ¿qué estás haciendo?— cuestionó el castaño acurrucado en su cama aún sin girarse.

—No soy Ten, pero me gustaría responder a tu pregunta— el contrario se viró con una ceja enarcada al oír su voz.

—Hen, ¿Qué haces aquí?- una vez más el chico esquivaba su mirada y jugaba nerviosamente con sus manos.

—Tenemos que hablar, Jun; algo pasa y no me estás diciendo- el más alto se sentó frente a él en la cama sobrante y lo obligó a levantar la mirada.

—N-no, no pasa nada- Xiao quitó la mano contraria de su mentón.

—Claro que pasa, y no estoy dispuesto a dejarte en paz hasta que me digas.

Kunhang se plantó con seriedad dándole una mirada que parecía querer atravesarle el alma.

La noche sería larga, eso seguro.








¿Qué creen que pasará ahora?

Hola lectoras; me quiero disculpar por la tardanza, la escuela en línea me tiene hundida en trabajos y apenas puedo respirar.

Hasta luego.

NAKED | XIAODERYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora