NAKED | XIAODERY

08: Sobre papel

El vuelo de regreso a Corea fue relativamente corto para la mayoría, puesto que mataron el tiempo viendo una película o durmiendo.

Kun se encargó de silenciar cualquier pregunta indiscreta, pues se notaba que la tensión entre Xiao y Wong se podía cortar hasta con un hacha, así que un cuestionario mayormente cortesía de cierto Tailandés curioso no vendría de ayuda.

Cuando tocaron tierra, el mánager ya los esperaba dentro del aeropuerto para llevarlos de regreso a los dormitorios.

Sinceramente, el líder deseaba caminar un poco para tomar aire, pero no sería posible ese día, qué se le irá a hacer.

El tráfico de la ciudad le resulta agobiante a la mayoría, sobretodo a cierto castaño cuya mente asemeja a un torbellino que parece arreciar con todo el barullo de bocinas automotrices.

Desde la mañana en que salieron del hotel, la ausencia de las palabras entre él y Kunhang era llenada por miradas furtivas que denotaban su incapacidad para afrontar cualquiera que fuese la situación en la que están.

DeJun se tomó muy enserio lo de no decir absolutamente nada, por más que tuviera mil cosas que decir. Bastante había hecho sufrir ya al pelinegro como para dejar que su diarrea verbal haga otra brillante aparición.

Aunado a ello, se sentía un poco vacío al no tener al chico cantándole canciones en inglés que no comprendía como cada vez que regresaban de una actividad. Se regaño mentalmente por no ser capaz de reunir la suficiente valentía, u honestidad (lo que sea que le ayudara), para expresarle a Hendery todo el bien que le hace.

Había creído encontrar una forma, al principio se negó, pero no se ve capaz de encontrar otra en algún momento próximo.

Una carta. No cualquier carta, una que llevase impregnada la esencia de su corazón.

Debajo de su almohada se acumularon los papelitos doblados con renglones y renglones de palabras dispersas que llegan a su mente cuando piensa en él.

Podía pasar horas y horas solo garabateando en una libreta sin llegar a escribir algo que sienta que transmite lo que él quiere decir.

¿Cómo se describe con palabras lo que no puedes describir ni con acciones? Ni siquiera Yahoo respuestas lo habría podido auxiliar.

El deseo de escribirle una carta al menor no era algo de momento, bien se puede decir que llevaba al rededor de tres meses en un estira y afloja con su mente respecto al tema. El tiempo que se alejó del contrario no fue más que un efecto colateral de sus debates internos en los que salía mayormente mal parado.

"¿Pero es que cómo deseas que Kunhang te tome en serio cuando ni con una estúpida carta le puedes hablar claro?"

Ese fue el reproche que le carcomió el alma por bastantes días, por lo menos, hasta aquel momento en la feria cuando vio al chico acercarse a él con un peluche y su hoyuelo acentuando su hipnotizante sonrisa.

No fue lo único, pero lo considera el detonante para decidir que las dudas en torno a lo que él y Kunhang sienten el uno por el otro no tienen por qué venir al caso. Cuando ponga un pie en su habitación, tomará su cuaderno, terminará la dichosa carta, y junto con todos los borradores de esta, la pondría en el sobre que ha permanecido intacto en uno de los cajones de su escritorio.

Una vez dentro del edificio, el mánager se despidió y partió en la camioneta después de bajar todo el equipaje. Entre todos llevaron sus cosas al dormitorio y se fueron a sus habitaciones.

DeJun estuvo a punto de correr a su habitación pero fue, inoportunamente para él, detenido por Hendery.

—Junnie, sé que en la mañana te pedí que no dijeras nada, pero extraño tu voz — confesó con la mirada en el piso — hablemos, por favor.

—Dery, te juro que tengo muchas cosas que decirte justo ahora, cosas buenas— le tomó la mano — pero me daría una bronca tremenda equivocarme de nuevo.

El menor estuvo apunto de preguntarle a qué se refería con aquello, sin lograrlo gracias a la voz del contrario.

—Dame esta noche, yo tengo algo para ti, pero no te lo puedo dar justo ahora — tomó su mano y la colocó en su propio rostro — sé que pido demasiado; pero por favor, mañana, a primera hora si así lo deseas, tendrás todas las respuestas que buscas.

—No te sientas presionado, Junnie; si es mañana, pasado, el mes o el año que viene, yo te estaré esperando— el pelinegro trazó círculos con sus pulgares en las mejillas del bajito.

—No, Dery; no es justo que yo y mis inseguridades dispongamos así de tu tiempo. Además, de verdad estoy listo, quiero hacer esto mañana.

El menor se rindió y simplemente asintió antes de darle un abrazo y desearle buenas noches.

A la velocidad de la luz, cerró la puerta y se sentó frente al escritorio con su bolígrafo y una libreta.
No se movería de ese lugar hasta que la carta estuviera bien doblada y acomodada en el sobre.

Se puso sus audífonos, busco los papelito arrugados debajo de su almohada y sin más, dejó que su corazón se encargara de plasmar en el papel todo lo que sus demonios habían dejado ensombrecido cuando se dió cuenta que cierto chico se le metió entre ceja y ceja.

La horas pasaron como minutos, las estrellas eran testigos del fervor que ponía en cada trazo, las hojas se iban llenando. Mientras más pensaba, escribía cosas de las que muy probablemente no había sido consciente hasta ahora que le tocaba externarlas.

El tiempo que pasó fue incierto, pero con una sonrisita orgullosa y en medio de la madrugada, se dio el gusto de poner a un lado de su cama el sobre que a duras penas cerró sin romperse y tenía escrito el nombre Kunhang con una bonita caligrafía que se esforzó en hacer.

Ya no le esperaba un día gris.

¿Qué tal, lectores?

Una nueva disculpa por la tardanza (culpa de las clases en línea), por suerte, ya estoy de vacaciones y espero poder dedicar mucho más tiempo a esta historia 💕

Pregunta importante; les gustaría que ponga la carta completa de Jun o solo fragmentos? Comenten, plis.

¿Vieron el primer vlive de los chicos? Yo solo vi una parte, pero me emocioné cuando Hen le dedicó a una palabras a Jun, todo lindo.

En fin, stream Turn back time y hasta la próxima.