NAKED | XIAODERY

16: Punto de quiebre

Las cosas iban de mal en peor, primero caminaron por campo de manzanilla, ahora parecía un desierto sin salida.

Xiao DeJun ocultaba algo de eso estaba seguro, él mismo se había delatado en su más reciente discusión.

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"-¡Lo que tú digas no hará que me deje en paz!-vociferó el castaño con rencor.

-¿Qué quién te deje en paz?¿De qué hablas, Jun?- lo tomó con fuerza por los hombros para obligarlo a que lo mirara.

-Nadie, estás escuchando de más- se soltó con brusquedad de su agarre.

-No escuché mal, tú dijiste claramente que alguien te está molestando, dime quién es- exigió el pelinegro.

-Lo que me pase o deje de pasar es mi problema, Wong Kunhang.

-Te dije que no te voy dejar solo, Jun, por favor dime qué está sucediendo contigo.

-Tal vez me estoy hartando de tu insistencia- declaró el bajito con hastío.

Wong enmudeció y lo miró con el dolor inundando sus ojos.

-No tengo idea de por qué estás diciendo estás cosas pero este no eres tú, estoy seguro de que no piensas así.

-¿Ahora lees mentes?- burló el mayor.

-Okay, voy a ignorar todo lo que acabas de decir, solo dime cómo solucionar lo que sea que te esté pasando.

-¿Pensar no es lo tuyo, verdad?- escupió con sorna- deja de meterte en mi vida, y piérdete de una maldita vez.

El castaño le miró con algo parecido al asco y salió del departamento a paso rápido.

Atrás se quedó Kunhang con una herida palpitante en su corazón y un par de lágrimas recorriendo sus mejillas.

Ni siquiera tenía caso ocultar lo mucho que le afectaron sus palabras. Se mordió el labio con fuerza y ahogó un sollozo.

DeJun lo había mandado al diablo, ¿Debería darse por vencido? A lo mejor apuró la situación e hizo sentir atrapado al mayor.

¿Todo era su culpa?

Se sentó en sillón de la sala abrazando sus piernas y escondiendo su rostro en sus rodillas.

Unos minutos más tarde, Sicheng y Lucas atravesaron la puerta de los dormitorios mientras platicaban animadamente, mas se detuvieron abruptamente al ver a su compañero temblar hecho bolita en el sofá.

Rápidamente se acercaron a él y pudieron escuchar los pequeños hipidos que se le escapaban cada tanto. Se miraron con una gran preocupación, siendo Xuxi el primero en hablar.

-Hendery,¿qué sucede, hermano?-tanteó el moreno colocando su mano sobre el hombro del menor.

-J-jun- murmuró con dificultad.

-¿Qué pasó con él?- intervino Sicheng.

-¿Discutieron de nuevo?- cuestionó el más alto.

El menor simplemente asintió con fervor.

Ambos chicos decidieron llevarlo a su habitación para hablar con calma, pues si los demás miembros lo veían así lo acribillarían con preguntas.

Inmediatamente al tocar su cama, Hendery se aferró con fuerza a Ling, buscando en la tela el olor de Xiaojun.

Sus compañeros lo miraron con una inmenso pesar, el siempre alegre Kunhang ahora lucía como un niño perdido en un mundo gigantesco.

Se quedaron con él hasta que logró tranquilizarse y les contó el problema con DeJun, aún con un asfixiante nudo en la garganta.

La sangre de Lucas hirvió con cada palabra que el menor iba relatando, ¿con qué derecho Xiao le había dicho tanta mierda como para dejarlo así de vulnerable?

Honestamente, sus manos ardían por acomodarle un buen golpe al castaño para acomodarle las ideas.

-Ese tarado me va a escuchar- el más alto se levantó con la intención de ir a buscar al otro involucrado.

-No, Xuxi, por favor- el pelinegro lo retuvo por la muñeca y le dio una mirada rota.

-Es que no es justo que te haga esto, Hen, va a escuchar todo lo que tengo para decirle, quiera o no.

-Xuxi tiene razón, Hen- secundó Sicheng.

-Él pensará que soy un cobarde por meter en nuestros problemas a otras personas, por favor no intervengan- suplicó el menor.

-Pero...

-Nada, chicos, en serio aprecio su ayuda, pero esto lo debo enfrentar yo.

-No le diré nada por el momento, pero si se atreve a tratarte así una vez más, no tendré contemplaciones.

Hendery asintió con desgana y se frotó el rostro con cansancio.

Los mayores le propusieron salir a cenar a cualquier lugar, convenciéndolo fácilmente, pues este no quería armar un escándalo cuando los demás o él llegaran, no se sentía listo para enfrentarlo.

Salieron con prisa, y justo a tiempo, pues al abandonar el edificio, el chico de cabello castaño regresaba con un gesto sombrío y el frío calándole en los huesos.

Subió a su piso arrastrando los pies, se extrañó de no ver a nadie, pero lo dejó ser y se encerró en su habitación.

-¿Estás satisfecho con toda esta mierda?- habló con amargura a través de su teléfono.

-Esto es solo el inicio, cielito, tendrás que hacer mucho más para mantener mi boca cerrada- repuso su interlocutor con sorna.

-Vete a...

-Cuidado con tus palabras, no creo que quieras ver tu trasero expuesto en internet- la amenaza le colmó la paciencia y terminó por colgar la llamada.

¿Por qué las cosas buenas que le pasaban siempre terminan siendo ensombrecidas por un tercero?

Pateó el suelo con furia para desahogarse y aventó su teléfono hacia cualquier dirección.

No tendría cara para ver al pelinegro de nuevo, él mismo pudo ver toda la tristeza en sus ojos cuando le lanzó esas palabras tan hirientes.

Pero no había vuelta atrás, si se retractaba tanto él como Hendery podrían dar sus careras por perdidas.

~Lo estás haciendo por su bien~ se repitió con ahínco en un intento por acallar el remolino de reproches acaparando su mente.

Mas en el fondo, sabía perfectamente que no estaba haciendo lo que debería"

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En boca cerrada no entran bichos...

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Buenas!

Actualización del desastre; qué creen que le pasa a Jun? No me lo maten tan feo eh.

Por cierto, en 4 capítulos más se acaba la historia :o

Sale bye!

Pdt. Kun Blancanieves y Tenalice son mis nuevas diosas.