Draco observaba como su querida castaña dormía plácidamente. Realmente extrañaba tenerla entre sus brazos y hacerle el amor. La noche anterior había sido... extraordinaria.
No podía dejar de sonreír cada vez que la miraba, daba gracias a Merlin por una segunda oportunidad.
El tiempo que había que creído que estaba muerta fue como un infierno para el, y todavía seguía el asunto del culpable de todo.
Tenía que saber quién había hecho esto, los datos le había dado Lestrange no le servían de mucho y tampoco podía ir a hablar con el porque según el profeta lo habían asesinado.
Luego de pensarlo bien se había dado cuenta de que Lestrange quería que el descubriera dónde estaba Hermione, ¿porque sino que intenciones tenía de llevarlo al lugar donde estaba ella?
También estaba el tema de que quién le daba las órdenes a Lestrange, porque era más que obvio que Lestrange era un simple peón.
Su jefe debió ser otro mago y muy poderoso, tenía que ser alguien del ministerio ¿No?...que tenga contactos, alguien respetado, de quién menos se lo esperé.
Y creo que ya se quien esa persona...
Ronald Weasley.
¡Si! ¡Era esa comadreja pobretona!
Draco estaba muy enojado sentía la ira consumirlo, tenía muchas ganas de ir y torturar a ese maldito desgraciado.
Sin pensarlo dos veces se cambio de ropa, antes de irse beso la frente de Hermione y le dejo una nota.
Ya vuelvo...te prometo que pronto esto acabará.
Te amo
D.M
(" ')
Un somnoliento Ron se dirigía a su puesto de trabajo, realmente no había dormido nada, estaba preocupado por su hermana, quién no había vuelto a su casa.
Harry había dicho que se quedó con ella, pero el sospechaba que no, simplemente por el hecho de que Harry no amaba a su hermana, solo estaba con ella para guardar las apariencias.
Suspirando pesadamente giro la perilla de su oficina. Se llevó una gran sorpresa al ver a Malfoy sentado en su silla giratoria.
- ¿Malfoy?- dijo con extrañeza
El rubio no levanto la vista, ya que la tenía clavada en una fotografía que estaba en su escritorio, allí aparecían Ron y Hermione saludando a la camara.
- Siempre creí que la seguías amando...- dijo el rubio con odió.
- ¿De que hablas?- Preguntó sin saber que demonios quería decir.
- Te crees muy inteligente ¿No? Weasley. Debiste pensar que todo esto traería consecuencias...- masculló Draco estampando contra la pared a Ron.
- Estas equivocado Malfoy...yo no soy a quién buscás...- aseguró el pelirrojo tratando de respirar pero Draco no se lo permitía.
- Cierra la maldita boca y dime...¿¡Por qué Demonios hiciste todo ésto!?- exclamó furioso soltandolo para que respirara
Ron volvió a su color normal gracias a que el oxígeno volvió a sus pulmones. Pero no dijo nada solo guardo silencio, causando que el rubio se molestará más
- Habla, ¡Maldita sea!- dijo volviendo a acercarse al pelirrojo y posicionando su varita en la garganta de este.
- No puedo...- dijo Ron con nerviosismo
- ¿¡No puedes!?- Preguntó incrédulo - Si no lo haces, juro por Salazar que te torturaré hasta la agonía- amenazó el rubio- recuerda que fuí un mortifago.
Ron trago con dificultad.
- Malfoy...no puedo porque...hice el juramento inquebrantable- contesto en un susurro inaudible.
Draco se alejó de él, confundido.
Entonces...¿El no había sido?
- Solo te diré que si dejaste sola a Hermione...ella no está segura - dijo Ron
- ¡Maldición!- masculló Draco antes de desaparecer.
El rubio con el corazón desbocado ingreso en la Mansión.
- ¡Hermione!- gritó desesperado pero nadie respondió.
Se quedó de piedra al ver que alguien venía bajando la escalera y no era nadie más que...
- ¿Potter?
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¡BOM!
¿QUE LES PARECIÓ?
mmm...lo se Deben de estar odiandome por dejarlas con la intriga ¿No?
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Al borde del abismo
Romansa¿Nunca te has sentido al borde del abismo?... los problemas te axficcian...Te sientes vacío...pero sobre todo solo... Así me siento yo Draco Malfoy, el príncipe de Slytherin, heredero Malfoy, el niño mimado pura sangre que hacía todo lo que su famil...