A Robin no le gustaban los funerales. Claro que no. Cuando su padre murió, le hicieron un mini funeral, con todos sus amigos, y claro, su familia. Su abuelo... bueno. No le quiso hacer un funeral, y aún se seguía reprochando a si mismo por eso, pero igual, ¿Qué podía decir?
Había aceptado llevarlos al funeral, a pesar de que no era compromiso suyo. Nadie iba a hablar si él no iba, pero si no iban ellos se haría todo un show en esa red de Youtube o Twitter.
Él tenía el traje de su padre. Ahora él iba a tener la edad que su padre tenía cuando se casó. Ya le quedaba ese traje, increíble.
Se estaba arreglando en el cuarto de Natallie y Gabriele, el cual ya estaba vació Todo estaba empacado en esas maletas o las mochilas.
-Robin, por favor, súbeme el siper del vestido- Dijo Natallie. Ella estaba muy bella, con su diadema y vestido negros.
-Robin, ayúdame con esta bendita corbata, por favor- Dijo Gabriele cuando Robin ya había dejado de ayudar a Natallie.
-Odio las corbatas.
-Yo también, te dan la sensación de que te vas a asfixiar en cualquier momento.- Dijo Gabriele, moviendo un poco la atmósfera triste que tenía el cuarto.
Natallie miró su cuarto, tal vez por antepenúltima vez.
-Extrañare esta casa.
-Todos lo haremos, Naty. 5 años y ya me había acostumbrado a estar aquí. Ya era nuestro hogar.
Robin iba a mencionar el hecho de que ese seguía siendo su hogar, sin importar a donde el podría irse. Sin embargo, tal vez se iban a acostumbrar a estar en la casa de su tía... como él ya estaba acostumbrándose a estar allí.
"TOC TOC"
-¡Entren!
Alexandria abrió la puerta, junto a Lizzie, Cathy, y Margarita. Las 4 chicas tenían vestidos negros y diademas negras. Se veían hermosas. Las diademas tenían unas rosas y tenían unos lazos para acentuar.
-Hola, chicos- Dijo Lizzie -Ya es hora de irse.
-No quiero ir...- Margarita lloró. Alexandria la abrazó para hacerla sentir mejor, a pesar de que no estaba bien. Ella sabía que debía recuperarse para calmar a su hermanita, pero no había tiempo de ello.
Robin sonrió, tratando de animarla.
-Se ven hermosos, todos...- Dijo.
-Gracias... pero no creo que sea un día para halagar- Dijo Lizzie.
Robin se arrodilló a la altura de Lizzie y le besó la mano.
-Ella hubiera querido que lo hiciera.
Entonces, oyeron a un carro desde el patio.
-Ya llego Annaliesse. Es hora de irnos.
-Gracias por ofrecerte a llevarnos, Robin...
Los 7 jóvenes bajaron las escaleras y entraron al carro de Annaliesse.
-Súbanse.
Todos los Darlings se subieron al auto... excepto Natallie, ella no quiso.
-¿Estás bien, Natallie?- Preguntó Robin. Natallie estaba llorando, y murmurando que no quería montarse. Estaba llorando incluso más de lo que ella había llorado antes.
ESTÁS LEYENDO
¿Un Niñero Más? (Borrador)
Novela Juvenil"Gracias, niños" "También te queremos, Robin" Los Darlings tienen la vida perfecta, excepto por 3 cosas: 1, su tía apenas tiene tiempo para ellos, 2, no tienen suerte con las amistades, y 3, sus niñeros siempre los odian. Todo es así hasta que viene...