Los Darlings lloraron en todo el trayecto. La noche estaba inundada, y ninguno había dicho palabra.
Charles ya le había dicho todo lo que había pasado a Chelsey, quien no lo podía creer. Sam, quien iba conduciendo, vio a los niños con miradas llorosas.
-¿Nos van a... separar? -Preguntó Cathy, con una voz quebrada.
-No... chicas todo va a estar... -Empezó Gabriele, pero no pudo continuar por las lágrimas. Natallie lo abrazó fuertemente, y sin darse cuento, lo besó en la mejilla.
Era... increíble. Solo... increíble.
Había empezado como un bello día, un día para celebrar a su mejor amigo jamás. Luego siguió con la distracción de todo lo que pasaba. Una bella distracción.
Y había terminado... con el monstruo que era Lexia. Con el monstruo que se estaba convirtiendo, si se puede decir eso. Con cicatrices, moretones, sangre, y llanto.
Terminarían en un orfanato. Un orfanato. No sonaba como la gran cosa, pero hay que pensarlo.
No sabes si te van a adoptar o no.
Los más grandes de seguro no iban a ser adoptados.
Y las niñas quedarían separadas.
Eso o las adoptarían a las 3 juntas y las alejarían de sus hermanos.
Pensar eso solo adornaba las gotas de agua tan fuertes de la noche.
Sam se dio cuenta de esto al ver por su espejo y le contó a su compañero.
-Pss, oye, creo que ellos no están bien.
Charles se volteó a ver a los Darlings, con lágrimas en los ojos.
-Niños, sé que esto...
-Charles, sabemos que usted solo quiere lo mejor para nosotros. -Interrumpió Alexandria, tratando de contener las lágrimas. -Pero en ese orfanato, no va a pasar nada más que separaciones, y solo nos tenemos unos a los otros. Gracias por sacarnos de las garras de Lexia, pero no gracias por insistir en una casa-
-Alexandria, es todo lo que podemos hacer. Además, no saben si van a acabar en una linda familia.
-Ni tampoco sabemos si esa familia puede ser buena. -Dijo Margarita.
Charles estaba conmovido por los miedos de los niños, pero no había vuelta atrás.
-Niños, es un orfanato, o es nada.
Esas palabras les atravesaron el alma como si fuese un cuchillo. Un orfanato, o nada.
-Ni siquiera tenemos un hogar de verdad hace años. -Dijo Gabriele con voz ronca.
Sin ganas de discutir más, Charles y Sam siguieron su camino.
Los Darlings se arrepintieron más que nada de... todo. De dejar que Natsha siguiera su camino y no intentar hablar o crear una conexión más profunda, o siquiera volver a lo que era. De actuar fríamente a cualquier tipo de amistad.O de juzgar a las personas por lo que creían que eran y dejar que los juzgaran desde lejos.
Solo pensaban en Robin y todo lo que pudieron hacer.
Sin embargo, Margarita tenía un pensamiento diferente a los otros:
¿Y sí Robin nos hubiese adoptado?
Ósea, sí, era una decisión arriesgada. Pero había que pensarlo: Robin se preocupaba mucho por ellos. Él los amaba de hecho.
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¿Un Niñero Más? (Borrador)
Novela Juvenil"Gracias, niños" "También te queremos, Robin" Los Darlings tienen la vida perfecta, excepto por 3 cosas: 1, su tía apenas tiene tiempo para ellos, 2, no tienen suerte con las amistades, y 3, sus niñeros siempre los odian. Todo es así hasta que viene...