"Uchiha-sensei, Te Amo" {Sasusaku❤Terminada}

Capítulo 17~

—Uzumaki Naruto y Hyūga Hinata.

¿¡Qué!?, Díganme que eso no es cierto,Naruto y Hinata están perdidos, debe ser un sueño,mas bien, una pesadilla.

—Haruno, Yamanaka, Nara ¿los han visto?—nos preguntó Jiraiya.

—No, sensei.—respondí cabizbaja.

—Sensei.—habló Sai.

—¿Qué sucede?

—Yo los vi, estaban esquiando en dirección a las montañas.

—Pero si se les advirtió que no se alejaran del perímetro de la cabaña.—dijo Rose preocupada.

—Es imposible que dos alumnos tan ejemplares incumplieran con esto.—dijo Sasuke.

—Jane..¿qué hacemos?—preguntó Rose en inglés a la dueña de este lugar.

—Enviaremos a un equipo a buscarlos, pero veo muy difícil que se logre algo, se acerca una tormenta de nieve—respondió Jane con tono preocupado.

La guía comentó con los profesores lo de la tormenta y que enviarán un equipo en busca de Hinata y Naruto. A los demás estudiantes, o sea nosotros, nos indicaron tomar un baño y pasar nuestro tiempo libre dentro de la cabaña hasta la hora de la cena. Antes de ir a mi habitación, tomé el famoso libro que Sasuke y Rose se empeñaban en prestarle tanta atención, pues mi profesor lo dejó en la sala de estar cuando fue a atender una llamada, luego de ver su contenido lo devolvería.

Hinata pov

—Naru-chii...

—¿Sí, Hina-chii?

—¿No estás cansado?..—pregunté preocupada —Llevas casi media hora cargándome.

—No es un problema para mí, Hina-chii.—sonrió.

Hace ya un rato había comenzado a nevar y el viento se intensificaba cada vez más.

—¡Maldita sea!—exclamó mi novio—El viento es muy fuerte, no puedo avanzar.

—Tengo mucho frío.—dije casi en un sonido poco audible.

—Debemos buscar un lugar donde resguardarnos.—miró en varias direcciones y caminó hacia unos árboles.

Cuando estuvimos cerca de los árboles, pude divisar varias rocas enormes haciendo especie una cueva a pesar de que mi vista esté nublada por la fuerte nevada que se hacía presente.

Naruto caminó entre los árboles, acercándose a las rocas, cuando hubo estado cerca, observó si era seguro, al estar conforme entró y me dejó en el suelo, se sentó a mi lado.

—Debemos quedarnos aquí hasta que pase esta tormenta.—dijo mirando hacia fuera.

—Vale...no hay problema—dije abrazándome a mí misma.

—¿Tienes hambre?—me miró.

—Un poco..

—En mi mochila...—se rascó la nuca—Bueno...hay varios bocadillos.

—reí leve—Siempre...

Rió nervioso, se acercó a mí y me alcanzó la mochila, de allí saqué algo de comida y la devoré con ansias, tenía más hambre de lo que creía.

•••

Había pasado más de una hora y la tormenta no había cesado.

—¡Demonios!—exclamó el rubio a mi lado—La tormenta solo aumenta y no tiene para cuando cesar.