"Uchiha-sensei, Te Amo" {Sasusaku❤Terminada}

Capítulo 29~

La vista era hermosa. El olor a agua salada que se adentraba en mis fosas nasales, el viento que acariciaba mi rostro con suavidad, también lograba que mi cabello se moviera en una delicada danza. Podía escuchar las olas romperse en las rocas y el trinar de las gaviotas a lo lejos. Apoyé mis manos en la barandilla del balcón. Suspiré, observé a unos infantes jugar y correr en la arena, en algunos meses podré tener a mi pequeña en mis brazos. Sonreí. Este lugar era maravilloso. Cerré los ojos disfrutando el momento. No pude evitar pensar en ese instante, en el que él y yo, nos unimos como marido y mujer.

Los brazos de alguien atraparon mi cintura y acariciaron con dulzura mi vientre. Su labios besaron mi cuello con devoción, probablemente dejaba alguna que otra marca.

—Te amo tanto, Sakura.—continuó su recorrido hasta llegar a la comisura de mis labios —Sabes lo mucho que te amo, ¿verdad?

—Me lo has demostrado. —mis mejillas estaban al rojo vivo.

—Y te lo demostraré, por el resto de mi vida.—apoyó su mentón en mi hombro.

—Me da gusto saberlo.—sonreí.

—¿En qué pensabas antes de que llegara?—preguntó con voz tranquila.

—En nosotros.—respondí con el mismo tono de voz —Nuestra boda, para ser más exactos.

—rió leve—Amé ese momento.

Flashback

El vestido de novia que vestía se ajustaba a mi cuerpo resaltando mi figura a pesar del embarazo, el cual casi ni se notaba con dicha vestimenta, era blanco al igual que las esponjosas nubes del vasto cielo. Mi cabello estaba recogido y sujetado con algunas pinzas para cabello. Además de que Izumi me había colocado una tiara. Ya estaba lista, físicamente, porque mentalmente era un manojo de nervios.

—Estás hermosa, Saku-chan.—Mikoto terminó de acomodar el velo.

—Estoy muy nerviosa. —dije sincerándome.

—Es normal, hija, yo también lo estaba cuando me casé con tu padre.—mi madre me regaló una sonrisa.

—A Fugaku le hice esperar por casi una hora. —mi futura suegra rió malvadamente —Le hice pagar por sus retrasos en nuestras citas.

—Así como me hizo hacer esperar a Itachi.—dijo Izumi entre suspiros.

—Y así haremos esperar a Sasuke.—volvió a sonreír con malicia.

Así se dijo y así se cumplió. Tuve que estar casi una hora mirando el techo o hablando con Izumi. Todo porque mi futura suegra inició una especie de tradición.

A pesar de todo, decidí romper la tradición que ella misma se había inventado, y antes de que se cumpliera la hora, le dije a mi padre, quien esperaba fuera de la habitación, que estaba lista.

No tardamos en llegar a la capilla. No habían muchas personas. Solo amigos y familiares de Sasuke y míos. Me coloqué frente a la puerta de la capilla. Suspiré dejando escapar la tensión.

—¿Lista, mi pequeña?—mi padre extendió su mano hacía mí.

—Nunca lo he estado más.—tomé su mano.

Desde dentro se escuchó la marcha nupcial, dando a entender que ya era la hora. Luego de soltar una última bocanada de aire entramos.

Miré a mi alrededor pudiendo divisar a mis amigos, a mi madre con algunos integrantes de mi familia. A la familia de Sasuke, algunos de mis profesores, amigos suyos, e incluso personas que sospecho sean de la empresa. Volví mi vista hacia el frente. Observando al hombre de mi vida. Él me miraba atentamente con una sonrisa ladina. Cuando llegué hasta donde estaba él pude notar el brillo de su mirada.