❝ Mírame una ultima vez.
Sonríe como si todo estuviera bien.
Así cuando te extrañe, podre recordarlo.
Así podre dibujar.
Tu rostro en mi mente ❞.
☁ | Dos jovenes que se aman, que tienen problemas en estar juntos, porque uno piensan en el "¿Esta mal...
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❝ Esta podría ser la última noche de nuestras vidas, la última todavía casi normal. La última en la que nos iremos a dormir y despertaremos como siempre hacemos. Y todo en lo que podía pensar era que quería pasarla contigo ❞.
Narrador Omnisciente
La película había llegado a su fin. Ambos chicos estaban cansados, y con sueño, no pensaban en otra cosa que no fuera dormir. Vaintein, tenia los ojos cerrados, sin embargo, no estaba dormido. Al notar eso Palacios, dirigió su mano, al rostro del mayor, y dio unos leves golpecitos.
— Estoy despierto —. Dijo sonriendo mientras abría sus pequeños aquellos —.
— Esta bien —. Rió —.
Mantenían la mirada unida, no la despegaban ni un instante. Biquard, puso sus manos en el rostro de Corazzina, y lentamente fue acercando su rostro al del menor. Con nerviosismo, poso sus labios en los del más chico y comenzó un beso tímido. Palacios abrió los ojos como platos, no podía, moverse, no sabia que hace.
Por otro lado, Manuel seguía esperando una respuesta, hasta que lo dio por perdido, pero, justo cuando menos se lo esperaba, Mateo comenzó a mover sus labios. La sensación de felicidad invadió el cuerpo de Vainstein. Tomo la nuca del menor, dándole aun mas profundidad a su beso. Los labios de los dos chicos, encajaban perfectamente, eran como dos piezas de un rompecabezas que se habían unido para no despegarse nunca. En el beso se notaba la necesidad que ambos tenían de besarse, se notaba aquella pasión y aquel sentimiento que le daban cada que movían sus labios al son del compás.
Separaron sus bocas unos momentos, mirándose fijamente, manteniendo sus frentes unidas y con un hilo de saliva, que poco a poco se fue deshaciendo. Sus respiraciones eran agitadas, y en cuestión de segundos, volvieron a unir sus labios.
En eso se baso la noche. En besos caricias, y miradas coquetas por parte de ambos.
(...)
Los ojos de Palacios se habían abierto, miro abajo en su pecho y se encontró con el cuerpo de Vainstein. Tenía su brazo en su cintura, y podía sentir aquélla respiración calmada. Comenzó a hacer mimos en su pelo, y el mayor, hundía más su carita en el cuerpo de Palacios, haciéndolo reír.
— ¿De que te ríes? —. Hablo Vainstein, con las voz más grave —.
—No, no, nada —. Rió nuevamente —.
— Duérmi otro rato, es muy temprano —. Decía el mayor —.
— Manuel, son casi las 12:00 de la tarde —.
— Es temprano dije —. Levanto la cabeza para ver a Palacios —.
— Levántate y te cocino algo ¿si? —. El mayor asintió —.
Ambos chicos se levantaron de la cómoda cama del menor, y se dirigieron a la cocina. Vainstein, tomo asiento en una silla, y saco su celular, para esperar a que Palacios terminara. Habia pasado, media hora y Mateo no terminaba, Manuel se levanto de su lugar y fue a donde el menor.
— ¿Qué se supone que es esto? —. Rió Vainstein —. Mateo llevas casi media hora "cocinando" —. Hizo comillas con sus dedos —. Y ¿Estas haciendo sandwichs? —.
— Si ¿que tiene? —. Decía extrañando —.
— No nada —. Rió nuevamente —.
Biquard ayudo a Palacios, a terminar lo que estaba haciendo, y una vez terminaron, comieron. Ambos chicos se encontraban nuevamente en la habitación del menor. La mente del mayor estaba en un debate, tenia a Palacios a centímetros de el, y sus manos estaban casi juntas, y Manuel no sabia si tomarla. Mateo le estaba hablando, y Manuel ni siquiera, escuchaba bien lo que decía.
— ¿Qué opinas? —. Pregunto el morocho mirando a Vainstein —.
— A-ah, ¿Qué? ¿De que cosa? —. Hablo desorientado —.
Entre los dos se formo ese silencio, que hace mucho no se había formado hace tiempo.
— Mateo... —.
— Eu... —.
— ¿ Tú y yo...? ¿Tú y yo somos algo..? —. Pregunto con desconfianza —.
— Somos amigos, claro —. Le sonrió —.
— Oh, s-si, somos, somos amigo —. Dijo en susurro las ultimas tres palabras —.
El teléfono de Vainstein comenzó a vibrar, indicándole, que alguien lo llama. Era Ania, quien le pedía volver de inmediato. Sin dudarlo, Manuel acepto. Se despido de Palacios, con la excusa de que era una emergencia. Salio de aquel sito y se fue caminando (Aun que yo se que no debería unu ).
Los ojos de Biquard comenzaron a inundarse en lagrimas. ¿Enserio lo consideraba solo un amigo después de lo de ayer? ¿Acaso no sentía nada por el? ¿No lo sentía? ¿No sentía aquella conexión entre ambos?
No sabia que hacer, no tenia idea de nada, y ya no quería nada. ¿Acaso era mejor olvidarlo? Llevaba mucho tiempo sintiendo algo por él, y ahora ¿tenia que tirarlo todo por la borda?
— ¿Por qué no puede ser feliz al menos una vez en mi vida? ¿Qué mierda hice para merecer algo así? —.
Biquard era un chico muy lindo y considerado, siempre se preocupaba por los demás, siempre los ayudaba, hablaba con ellos cuando se sentían mal, pero nadie hablaba con el, nadie le preguntaba como se sentía, y nadie le ayudaba en los malos momentos. Él le ayudaba en todo a los demás, pero, ¿Quién lo ayudaba a el?
Logro llegar a su hogar, y al entrar, solo ignoro lo que su hermana le decía, no estaba de un muy buen humor para hablar con ella, y mucho menos para ayudarla, por que ya no quería nada, ya no tenia ganas de nada. Entro a su habitación y se encerró en esta. No pensaba salir de aquel lugar, no se iba a arriesgar a salir.
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Olusss Por poco y no les entrego el capítulo en fecha y forma unu. Siento que le falto mas sentimiento al capítulo o nu se :'0
Esta semana voy a estar tardando en actualizar por las tareas ¿okaz? :c
Otra cosa xd Taba el directo de la tarde Manu y el otro zhiko y vi esta kosa jzjsj
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