Domingo por la mañana, el mejor momento para salir a dar un paseo. La brisa matutina es bastante agradable, hay pocas personas en el parque y puedo dar de comer a las palomas, de algún modo hacer esto me relaja.
Las palomas se acercan poco a poco dando pasitos a medida que tiro pequeñas migajas de pan en el suelo, compiten arduamente por alcanzar a comerlas sin que las otras las roben. He logrado que decenas de palomas me rodeen, sin embargo, mi popularidad con las aves no dura mucho porque una niña pequeña se atraviesa en nuestro camino, corre lo más rápido que puede, logrando que las palomas vuelen dispersas. La niña tiene una enorme sonrisa en su bonita cara y de algún modo me parece familiar.
—¡No podrás alcanzarme Oppa!— grita sin dejar de correr con los brazitos levantados.
—¡Sun Hwa no corras tan rápido!— reconozco esa voz—¡Vas a caerte niña traviesa!—él continua gritando a la niña sin detenerse y estoy agradecida de que no me haya visto. Nuevamente coincido en tiempo y lugar con el chico de la bonita sonrisa y ojos deslumbrantes, gracias al incidente en la cafetería ahora sé que su nombre es JooHeon.
Continuo observando la escena, después de atrapar a la pequeña él la carga entre sus brazos y comienza a dar vueltas con ella, ambos rien de forma enternecedora. La pequeña le da un beso en la mejilla y JooHeon la carga sobre su espalda dando pequeños saltos que divierten aún más a la infante.
JooHeon la baja de su espalda y se inclina a su altura, la niña le susurra algo al oído y él sonríe con gracia. ¡No es posible que me pierda en esa sonrisa otra vez!
—¡Kukkukkakka!— dice en una voz aguda cerrando los puños en un gesto infantil y no puedo evitar reír por lo gracioso que parece. ¿Qué fue eso?
Creo que reí muy fuerte porque ambos me están mirando ahora, los latidos de mi corazón se aceleran cuando mis ojos se detienen en los suyos. ¿Por qué me siento tan nerviosa?
Y por si no fuera suficiente, él sonríe y me saluda ondeando su mano, una sonrisa tonta ilumina mi rostro y saludo del mismo modo. Ya no tiene caso esconderme, me ha reconocido.
La niña que parece ser su pequeña hermana lo toma de la mano para llevárselo de allí y JooHeon se despide con una última sonrisa. En cuanto abandonan el parque me dejó caer en la banca de madera más próxima y un suspiro se me escapa. ¿Qué es lo que estás haciendo conmigo, JooHeon?
¡Hola!
Gracias por darle amor a mi historia con sus votos y comentarios, me motivan mucho a seguir escribiendo ❤️
No saben lo mucho que las quiero 😘
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12 días [Lee Jooheon]
Short StoryLa vida es como un enorme rompecabezas, tarde o temprano cada pieza irá encajando perfectamente en su lugar. Es así como el rompecabezas que enlaza nuestras historias empezó a tomar forma, en muy poco tiempo, en tan solo doce días. Historia corta.