༄︎ ¿Y si Hinata hubiera logrado confesarle sus sentimientos a Naruto antes, cuando aún eran genin? Las cosas serían muy distintas pero... ¿Para bien o para mal?
◤ 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋 ◢
✧ Prohibida su adaptación sin permiso previo.
✧ Ab...
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Finalmente, Hinata se decidió por confesarse unos días antes de que Naruto marchara con Jiraiya, así no tendría que evitar al rubio casi nada de tiempo y además tendría dos años para prepararse mentalmente para cualquiera de las dos respuestas posibles del Uzumaki.
Aunque primero necesitaría varios consejos de su maestra si quería que las cosas salieran mejor, por lo que fue a visitarla apenas terminó de hablar con su primo Neji, quién le demostró su apoyo junto a Rock Lee y Tenten, los cuales habían llegado de improvisto con ellos e interesados por saber lo que Hinata haría desde que sólo habían logrado escuchar la última parte de su conversación.
Kurenai la recibió con calidez y alegría, y le dió varios consejos para no desmayarse ni huir a mitad de su confesión, además de cómo hacer que Naruto pusiera en duda sus sentimientos. Según su maestra, un simple beso en la mejilla al momento en el que Naruto se iría al día siguiente podría ser completamente suficiente para sembrar la duda en su corazón.
Así que, al llegar a su casa fue directo a su cuarto para pensar en lo que diría y haría al momento de confesarse.
—Hinata-sama ¿Se encuentra bien?— Natsu no tardó en entrar a su cuarto al ver a la primogénita repentinamente emocionada y apresurada por llegar a su cuarto.
—Ah, Natsu-san... Estoy bien sólo... ¿Cómo puedo vencer la timidez al momento de estar frente a la persona que me gusta?— preguntó la menor en un murmullo y el chico sonrió con ternura al verla.
—Eso puede ser muy complicado, pero no imposible.— dijo el chico, sentándose a un lado de Hinata y alzando el dedo índice. —Tiene que fingir ser valiente aunque por dentro sólo quiera sonrojarse e huir, para esto su fuerza de voluntad y apego por esa persona debería ser más fuerte que su timidez, si de verdad quiere hablar con esa persona, simplemente obligue a su cuerpo a quedarse tranquilo y hablar con él.— aconsejó el chico, y luego guiñó el ojo. —Si tiene un poco de alcohol en su cuerpo, lo mínimo, ayudaría un poco más a que su verdadera voluntad tome el control de la situación.
—Oh, ¿En serio?— preguntó con sorpresa, tal vez podría conseguir un sorbo antes de la confesión.
—¿Quiere que consiga ese pequeño sorbo por usted, Hinata-sama?— preguntó con amabilidad ni segundas intenciones, simplemente cumpliendo con su deber de ayudar a Hinata.
—Por favor, Natsu-san— pidió la Hyūga y sonrió. —Aunque sería hasta dentro de una semana más o menos.
Los días pasaron y Hinata se sentía cada vez más preparada mentalmente para su confesión a Naruto.
