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Hinata estaba nerviosa, el día había llegado, finalmente se confensaría al chico por el cual soltó tantos suspiros durante tantos años

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Hinata estaba nerviosa, el día había llegado, finalmente se confensaría al chico por el cual soltó tantos suspiros durante tantos años. No esperaba una respuesta de parte del rubio, de hecho tampoco esperaba haber logrado algún tipo de cambio en los sentimientos y pensamientos de Naruto, después de todo para ella se veía igual que siempre, cuando veía cosas que podía confundir prefería desechar la idea para no tener esperanzas porque así el rechazo dolería aún más después.

Aún si se decía a sí misma aquello, no podía evitar pensar e ilusionarse acerca de que Naruto correspondiera sus sentimientos, muchos escenarios de ambos juntos y felices pasaban por su mente, dándole esperanzas e ilusiones por mucho que intentara borrarlas.

Movió su cabeza con fuerza en un intento de despejar aquellos pensamientos de su mente, no era tiempo de imaginar las posibles respuestas del rubio porque sino podría acobardarse a último momento y los esfuerzos de todos serían en vano, no podía dejarlos caer, pero sobre todo, no podía dejarse caer.

Se suponía que quería ser una Kunoichi fuerte, entonces debía poder hacer algo como confesarse si es que quería llegar mucho más lejos y mejorar.

Mucho más decidida a demostrar que podía ser fuerte y valiente por al menos unos segundos, se levantó de su cama y se metió a bañar, limpiando completamente todo su cuerpo para después envolverlo en una toalla, secarse y vestirse con su ropa de misión.

Se miró en el espejo que se encontraba en su cuarto, arregló su abrigo de su traje de misión, cepilló su corto cabello y se puso muy poco maquillaje que Ino le había regalado para la ocasión. Siguió los pasos que Ino le había dicho cuidadosamente y a detalle unos días atrás, arreglándose un poco y se sorprendió al verse en el espejo, aunque sólo se había puesto rimel, delineador, rubor de un tono pastel e iluminador se veía completamente distinta, era como si fuera otra Hinata completamente.

Sonrió ligeramente, satisfecha con su reflejo y salió de la habitación, caminando con tranquilidad por los pasillos de la casa Hyūga, encontrándose con su primo Neji en el camino.

—¡Hinata-sama!— le llamó, por lo que volteó a verle sorprendida, el chico sonrió ligeramente al verla más arreglada que de costumbre, aunque tampoco era exagerado, era un toque muy natural pero distinto de la Hinata que todos conocían. —¿Ha llegado el día, verdad?— la chica sonrió ligeramente intentando no demostrar sus nervios, para luego asentir. —¿No está nerviosa?

—Esto es una parte de lo que tengo que hacer para volverme más fuerte, Neji nii-san— dijo con voz firme y decidida haciendo sentir orgulloso al prodigio Hyūga. —Así que no tengo tiempo como para perderlo en algo como los nervios. Me retiro.— hizo una pequeña reverencia y en un pequeño giro se fue, dejando solo al chico.

—Eres un tonto por no darte cuenta de la chica que tienes justo enfrente, Naruto— dijo al aire con una sonrisa, para después dar una vuelta e irse. —Aunque bueno, nunca es tarde para actuar.

☾︎ 𝐼 𝑠ℎ𝑜𝑢𝑙𝑑 ℎ𝑎𝑣𝑒 𝑙𝑜𝑣𝑒𝑑 𝑦𝑜𝑢 𝑏𝑒𝑓𝑜𝑟𝑒... ☽︎ ♡︎ ɴᴀʀᴜʜɪɴᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora