☾︎ 𝐼 𝑠ℎ𝑜𝑢𝑙𝑑 ℎ𝑎𝑣𝑒 𝑙𝑜𝑣𝑒𝑑 𝑦𝑜𝑢 𝑏𝑒𝑓𝑜𝑟𝑒... ☽︎ ♡︎ ɴᴀʀᴜʜɪɴᴀ

O6

—¡¿Y-Yo?!

—Sí, es gracias a tí, Naruto-kun— sonrió, mirando el agua y balanceando sus pies, jugando con la misma. —Tú me ayudaste a encontrar mi camino y a tomar el camino correcto, Naruto-kun. 

—Pero no entiendo... ¿Cómo se supone que hice eso?— preguntó algo confundido, y era el tiempo de Hinata para sentirse nerviosa, ¿El momento había llegado?

Suspiró, intentando darse fuerzas mentalmente, y miró con seguridad al chico que cada segundo que pasaba y miraba las acciones de la Hyūga se sentía un poco más confundido.

—No entiendo qué pasa 'ttebayo— murmuró, frunciendo el ceño. —Hinata, ¿Quieres ir al baño? Haces gestos muy ra-— fue interrumpido por la chica sonrojada hasta las orejas.

—¡N-NO ES ESO!— negó avergonzada, volteando el rostro.

—Genial, ahora ya la puse incómoda— pensó frustrado, él quería saber.

—Y bueno... ¿Qué tengo que ver yo 'ttebayo?— preguntó, volviendo al tema, lo que alivió y puso nerviosa a la chica.

—B-Bueno... Creo que mereces saberlo, además que es de lo que quería hablarte— dijo, cerrando sus ojos para después abrirlos con determinación. —Yo... Siempre te seguía, quería alcanzarte, quería caminar a tu lado todo el tiempo, quiero estar contigo a tu lado siempre.

Ante las palabras de la chica, ambos ya estaban tan rojos como tomates maduros, aunque la chica no retrocedería de sus palabras y promesas y seguiría hablando cueste lo que cueste. Después de todo, ese es su camino ninja.

También gracias al poco sake que Natsu le había dado podía hablar un poco más libremente con Naruto, aunque aún no hacía efecto completo pues lo había tomado tan sólo unos segundos antes de que el chico llegara.

Suspiró y continuó hablando.

—Tú me cambiaste, Naruto-kun, tu sonrisa fue lo que me salvó...— hizo una pausa. —Lo recuerdo bien, ese día de invierno, cuando fue el funeral de mi tío Hizashi, yo no soporté el ver a mi primo Neji llorando, el mismo que me había dicho apenas unos días atrás lo feliz que estaba porque logró darle con una bola de nieve dos veces a su papá. — sonrió con tristeza ante el recuerdo, sintiendo la palma del chico en su espalda, animándola a seguir. —La imagen de él llorando me derrumbó y escapé de casa sin rumbo, simplemente no queriendo seguir viendo eso... — hizo una pausa —pero, me alegro de haber escapado de casa.

—¿Por qué?— preguntó extrañado.

—Porque ahí fue la primera vez que te conocí, aunque no sabía tu nombre en ese momento.— el rubio abrió sus ojos con sorpresa y frunció el ceño intentando recordar. —No creo que lo recuerdes, aunque para mí ese momento fue muy especial...

—¿Qué tiene de especial?

—B-Bueno e-es que...— se sintió frustrada cuando su tartamudeo volvió y frunció el ceño intentando no caer en la timidez. Su cabeza comenzando a marearse un poco y su racionalidad comenzar a disiparse como efecto del alcohol en su sistema. —Yo estaba llorando, no quería ir a casa y ver la imagen de Neji destruido, así que me quedé ahí, llorando entre la nieve. Pero entonces, un niño de mi edad de cabello rubio como el sol y ojos tan azules como el mar llegó conmigo.