No soy tu juguete / Cancelada.

Capitulo 30;

[Thomas en multimedia]

Thomas.

Encendí el televisor y me deje caer comodamente sobre el sofa de color burdeo. Revise mi celular como por cuarta vez, y nada. Ningún mensaje y ninguna llamada.

Oh vamos, ¿por que te llamaría? Ya dejo bien claro que no le gustas.

Era verdad,  no tendría motivo alguno para llamarme, pero quizás.... no claro que no, no lo haría. Debe de estar con Cameron.

Cambie de canal una y otra vez con el control a mando, pero no había nada interesante para quitarme esta desesperación de recibir una puta llamada de su parte o aunque sea un jodido mensaje diciendome "¿que tal?"

Volvi a ver el celular impaciente, quizás yo debería llamarla ¿no?

Debati por un momento en que hacer, hasta que finalmente me decidi por mandarle un mensaje, ya que si le llamaba tendría más probablidades de balbucear o simplemente pasar un mal rato.

Un mensaje no era tan mala idea.

Desbloqueé el celular y me metí a whattsap, busque a Annie en los contactos y cuando la encontre presione la conversación.

¿Que tal tu día?

Fue lo unico que se me ocurrio escribirle. Envie el mensaje y comencé a dar suaves golpes con mi dedo pulgar en la pantalla del  celular esperando a que me reapondiera.

Deje salir un suspiro.

El celular comenzó a vibrar entre mi mano. Había recibido un mensaje. Sin  más que esperar, vi el mensaje, y una de esas tipicas sonrisas de idiota se me estampo en la cara.

Pues, bastante bien, tengo muchas cosas que contarte (;  ¿Te parece vernos en un rato más?

Volví a teclear, pero esta vez, más rapido.

Te paso a buscar a las 5, nos vemos luego enana.

Guarde el celular en el bolsillo de mi chaqueta y me levanté del sofá, se podría decir que estaba feliz, joder, como no estarlo.

Tome las llaves de la Harley y sali del departamento, todavía tenia tres horas restantes antes de pasar a buscar a Annie.

No me vendría mal ir a ver a Paul.

(....)

-¿Que quieres que te haga, Thom? - preguntó al verme entrar a su local.

-Hola Paul, yo tambien extrañaba verte - hable  en un tono ofendido.

-No me vengas con esas cursilerías - sonrío, se levantó de su asiento y se acerco a mi, estrechamos nuestras manos y me hizo sentar  en una de las sillas color negro.

-¿Tatuaje o piercing? -preguntó, se puso sus guantes sin antes desinfectarlos con alcohol.

-¿Que me recomiendas? - mire las fotos con diseños de tatuajes y personas con piercings, que se encontraban pegadas sobre las paredes de color gris algo desgastadas por el tiempo.

-Deberías de hacerte un piercing - saco una aguja, junto con una argolla de color negro - ya tienes tatuajes.

Tenía razón.

-Hagamoslo - respondí. 

Paul desinfecto la aguja junto con la argolla que me pondría. Se acerco a mi con un pedazo de papel azul he hizo que me secara la parte de  adentro del labio inferior, después de eso saco un plumón delgado del bolsillo de su pantalón he hizo un pequeño punto en la zona donde la aguja atravesaría mi piel.

Paul se sento en una de las sillas frente a mi con la aguja afirmada por su mano.

Rapidamente enterró  la aguja donde estaba aquel punto marcado y esta atravesó facilmente mi labio, fue traspasando la aguja y al hacerlo colocó la argolla en una milesima de segundo. Fue rapido y sin dolor, la verdad es que no sentía dolor alguno por cosas así, y menos por los tatuajes, es más, hasta encontraba algo de relajante sentir esa sensación.

-Listo - dejo la aguja sobre la mesa y se sacó lo guantes.

Me levanté de la silla y camine hacía el espejo que se encontraba al otro lado del local, me mire el labio y es que debo de admitir que no se veia tan mal.

-Pareces uno de esos chicos rudos que toda chica quiere entre sus piernas - bromeó Paul y dio una palmada fuerte en mi espalda.

-Si, claro - respondí sarcasticamente.

No me importa si a todas las chicas le llamo la atención  o me quieren follar, yo solo quiero a una.

Para ser más espesifico, yo solo quiero a Annie, y lo sé, quizás deba de olvidarla ya que ella esta enamorada de otro chico, pero no me rendire tan facilmente, cada relación tiene sus altos y bajos, y eso es una gran oportunidad y ventaja  para mi.

(....)

Estacione la Harley frente a la casa de Annie. Camine a paso lento hacía la puerta principal y toque el timbre, espere unos minutos y la puerta principal se abrío dejandome ver a Cameron, quien al verme fruncio sus cejas.

-¿Que haces aquí? -preguntó algo molesto.

-Vengo a por Annie, ¿Se encuentra? - meti las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón, mordi la argolla del piercings recien hecho provocande un leve pinchaso.

-No esta disponible.

-¿Podrías dejarme hablar con ella? - mi paciencia se estaba agotando.

-¿Cameron con quien hablas? - escuche la voz de Annie desde adentro, seguido de eso, la vi aparecer detrás de Cameron, se veia realmente hermosa, joder, se veia más que hermosa, no tenia palabras para describirla.

-Oh, Hola Thomas - al verme sonrío ampliamente mostrandome sus perfectos dientes. - ¿Que te haz  hecho en el labio? - su expresión cambio, ahora me observaba algo sorpendida. 

-Estaba aburrido y fui donde Paul - me encogi de hombros.

-Se te ve bien - volvio a sonreír.

-Pareces un marica con esa argolla en tu labio - Cameron me miro con odio.

-Lo mismo digo de tu cara - contra ataqué.

-Oh joder, dejen de pelear como nenas - Annie empujó a Cameron a un lado y me tomo del brazo. - ¿Nos vamos? - me preguntó.

-Claro - le sonreí y la argolla chocó contra mis dientes.

-¿A donde vas? - preguntó Cameron a Annie confundido.

-Saldré con Thomas - respondío, corriendose un mechón de cabello detrás de su oreja.

-¿Y no te despides? - se acerco a Annie y la alejo de mí, tomandola por la cintura y juntando sus labios con los de ella.

Quería golpearlo, destrozarlo en el suelo hasta que dejara de respirar. ¿Que si estoy celoso?. Demasiado.

Annie no es mía, y eso me esta matando, no tengo derecho a celos o siquiera enfadarme por que aquel gilipollas la esta besando de esa forma.

ESTO ES UNA MIERDA.

Estar enamorado es una mierda, y más cuando lo estas de la persona incorrecta.