Capitulo 34;

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(Maratón 2/3)

En estos momentos me sentía como un completo idiota. ¿Como fue posible que se me olvidará usar protección?, mis manos comenzaron a sudar y si les soy sincero unas malditas ganas de salir corriendo de aquí se apoderaron de mi cuerpo. Pero simplemente no lo haría, no dejaría abandonada a mi chica  nuevamente, y menos si yo fui quién cometió el error.

-Tomo pastillas - dijo, mientras nos miraba de una forma que no pude reconocer - lo siento, hermano, pero aún no serás tío, así que deja de exagerar como mujer y déjanos solos.

Al escucharla decir aquellas dos simples palabras mi corazón volvió a latir con normalidad y deje salir un largo suspiro de alivio. Por suerte tomaba pastillas. Pero de todas formas, tomara o no, la apoyaría, quizás no estaría listo para ese gran paso, pero si  Annie llegará a estar embarazada, estaría a su lado, dispuesto a ser el mejor padre para la criatura que estuviera en su vientre.

-¿Por que no me lo habías contado? -preguntó Franck, a la vez que observaba a su hermana algo dolido.

-Porqué tú aún me ves como una niñita de  5 años, y lo más probable es que hubieras reaccionado de una forma sobreprotectora - mordió su labio inferior - yo puedo tomar mis decisiones sola.

-Esta bien, como quieras - noté que Franck apretó la mandíbula y sus labios formaron una línea recta, tiró el bate de béisboll a un rincón de la habitación y se fue molesto.

-Puedes gritar de alegría y festejar - la mire extrañado de su comentario, ella sólo se dignó a cubrirse con las sábanas y ocultarse.

-¿Por qué dices eso? -nuevamente me acosté a su lado, me metí bajo las sábanas y busqué su rostro, pero ella me lo impedía.

-Noté que tenías miedo y además se te notaban las ganas de querer escapar en aquel momento que franck pregunto si habíamos usado protección.  - finalmente se dio vuelta hacía mi dirección, su rostro quedo a unos pocos centímetros del mío, me miró fijamente, podía notar que aguantaba las ganas de llorar, sus ojos me lo decían. - no soy estúpida.

-Aclaremos algo, - busqué a tientas su cintura y la acerqué más a mi cuerpo -Yo te amo, más que a nada y créeme que ganas no me faltaban para huir  en ese momento, pero simplemente no lo hice y tampoco iba a hacerlo, por qué, en parte, si quedabas embarazada, era por mi culpa y por mi poca responsabilidad, además, no podría abandonarte en una situación así, y menos con un hijo mío en tu vientre - junte nuestras frentes - quizás no hubiera estado preparado, pero si dispuesto a ser un muy buen padre, y entregarles todo de mí, a ambos - por un segundo, baje la vista a su vientre imaginado que tal vez, de verdad había algo con vida allí - No volveré a perderte a causa de mis miedos, quizás no puedo entregarte una vida de película, donde todo es amor y felicidad, pero si puedo entregarte una realidad, una donde solamente estemos tu y yo, compartiendo una vida juntos, con altos y bajos, con buenos y malos momentos, pero al fin y al cabo teniendo la compañía del otro - no me había dado cuenta en que momento sucedio, pero Annie lloraba  y su nariz estaba levemente enrojecida - no llores.... te prometo que a pesar de todo, siempre estaré ahí para ti, consolandote y amandote incondicionalmente como lo hago ahora.

-¿Cuando te volviste tan cursi? - sonrió, las lágrimas seguían recorriendo sus ya húmedas mejillas unas tras otras, pero no lloraba por que estuviera triste, si no que de felicidad y eso era bueno.

-Desde que supe que estaba enamorado de ti - bese su nariz - y quizás desde que vi "posdata: te amo". -reí, la verdad es que no estaba mintiendo, esa maldita película me hizo llorar como nena y realmente me dio otra perspectiva de ver las cosas.

No soy tu juguete / Cancelada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora