Capitulo 21;

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UN MES DESPUÉS.

Cameron.

Agarre entre mis manos el vaso de vidrio pequeño lleno del liquido ámbar y lo tome todo de un solo trago, se sentía bien, mi garganta ardía pero a la vez me relajaba. Veía como las chicas a mi lado me toqueteaban los muslos por encima del pantalón  y desabrochaban los botones de mi camisa para darle paso a sus cálidas y coquetas manos por mi torso. El alcohol ya había hecho efecto sobre mí, pero no me importaba, ya nada me importaba. Me encontraba solo, en mi cumpleaños. Me siento un desgraciado.

Extraño a Annie, joder que sí. Pero ya estoy convencido de que no quiere verme. Me ha estado ignorando un puto mes, no me habla, ni siquiera me dedica una mirada de odio, nada.

Llevo un puto mes, así de destrozado en bares, y me estoy consumiendo de apoco en la amargura, en la soledad, en las drogas.

Rebeca, aveces pienso en ella, pero no es lo mismo,

Solo me satisface en el sexo, pero, he aprendido que eso no lo es todo cuando estas mal.

Necesitas cariño, y eso yo lo perdí, o simplemente lo deje ir, no lo valore cuando lo tuve, Annie, ella me daba cariño, a su  manera, pero lo hacía y yo, bueno, solo la veía como un juguete, me odio por eso.

Estoy jodidamente arrepentido, pero seamos realistas, ya es tarde.

Suspire y estire la cabeza hacía atrás, apoyando la nuca en el amplio sofá, donde se encontraban las chicas a mi lado, dedicándome miradas llenas de lujuría, lo que me estaba artando. Estoy cansado de que todas sean iguales. Muy en fondo siento que, no puedo estar con nadie más, con nadie que no sea Annie, y cuando estoy con otra chica, me siento culpable, joder, la quiero, la amo. Pero las cagué y este es mi castigo. Estar solo.

-¿Hey, se pueden ir? - gruñí molesto al sentir los labios húmedos de una de las chicas en mi cuello - que no me las voy a follar, busquense otro pene.

Todas se levantaron indignadas y me miraron de mala gana. Se alejaron a otra mesa a la vez que movían las caderas de un lado a otro de forma exagerada dejando ver sus piernas y trasero, por alguna razón me dio asco.

Corrí la vista hacía la barra y les juro que mi respiración se acelero, sentía que no tenía ojos para nadie más. Su cabello caía por sus hombros hasta su cintura delgada, estaba con un vestido negro ajustado a su cuerpo, unos tacones del mismo color, se veía alta, madura y.... Feliz.

Esta igual de hermosa, mierda, nunca dejara de serlo.

Mi cuerpo se tenso al notar que todos, tanto chicos como chicas, se la quedaban viendo.

Sí, estaba celoso.

A su lado se encontraba Andy, el puto rubiesito, las ganas de golpearlo no me faltaban, pero si lo hacía, saldría perdiendo yo.

Le di un trago a mi cerveza y seguí deleitándose con Annie, sus ojos siempre conseguían despertar ese zoológico dentro de mi estomago. Eran jodidamente grandes y de ese color gris, joder, era alucinante. Annie reía con lo que Andy le contaba, le brillaban los ojos, estaba radiante. Y yo en la miseria. Debería de ser yo quien la haga reír, quien haga que sus ojos brillen de tal manera, no él.

La amo, ¿Esta bien?

Amo a esa chica y me rompe el alma saber que no esta conmigo, que me odia, que me ignora, que esta con otro chico compartiendo sonrisas.

Un mes sin verla, y parece que ella no lo nota, no se da cuenta que este es el peor mes de mi vida, que no puedo dormir sin recordarla llorando, mierda, siempre la recuerdo llorando, y lo peor es que yo provoco eso. Con cada palabra, con cada tacto, caricia, lo que sea de mi parte, la daña. Y eso me mata.

No soy tu juguete / Cancelada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora