Chica Demoníaca /TG/

Andrea

Mateo era un chico de 20 años que estudiaba en la universidad. Su personalidad era callada y de pocos amigos, pues era muy dedicado a los estudios descuidando su imagen. Mateo era de esas personas que caminan solos en la universidad con anticuadas vestimentas  y una mirada que ahuyenta a cualquier persona que se quiera acercar.  

David, su amigo mas cercano lo busca todos los días para salir a comer y jugar vídeo juegos.

- Mateo,¿ listo para hacerte trisas en una partida ? - David lo retaba comiendo una hamburguesa de la calle.

Mientras comían, un grupo de hermosas chicas caminaban a su lado, fue cuestión de segundos para que David de vaya tras ellas dejando solo a Mateo. David era como aquellos chicos poco agraciados pero con un auto estima muy alto, pues siempre era rechazado pero cada vez que pasaba eso, David salía con una excusa justificando el rechazo con superioridad.

Mientras Mateo disfrutaba de su comida una hermosa mujer se le acercó.

- Hola, te he visto caminar en la universidad. - Mateo continuaba comiendo intentando ignorar a aquella hermosa chica.

- No te voy a pedir que me hagas la tarea o algo así - sonreía la chica.

- Solo quiero conocerte.

Aquella mujer llevaba una camiseta de su vídeo juego favorito y lo acompañaba con la misma hamburguesa mientras sus audífonos susurraban una canción del grupo favorito de Mateo.

- Me llamo Andrea - una sonrisa escapaba de ella.

Aunque Mateo intentaba protegerse ante una situación obviamente interesada por parte de aquella hermosa mujer. No podía resistirse a sus encantos y la duda de una posible relación pasaba por su cabeza.

Mateo regresó a ver a Andrea y quedó completamente encantado, pues era como si alguien entró a su mente y fabricó a la mujer perfecta.

-  Me gustaría conocerte más - Andrea tomó el teléfono de Mateo y registro su teléfono.

- Escríbeme, me tengo que ir.

Con un beso en la mejilla de Mateo Andrea se retiró lentamente mientras David se acercaba.

- De que me perdí

 - Galán - David codeaba a Mateo

Mateo con una sonrisa escondida intentaba seguir con lo suyo. Las horas pasaron y Mateo estaba en una tienda de ropa donde trabajaba para poder mantener su vida en uno de las ciudades  más costosas del planeta. Mateo se había ganado una beca para estudiar en dicha ciudad pero no era suficiente para subsistir dignamente.

Mateo  miraba su celular con el chat de Andrea abierto.  El sabía que la vida no era tan fácil y que podía salir lastimado pero por otro lado podría ser una oportunidad única. Era un amor a primera vista, era como si los dioses se estuvieran burlando de el al ponerle frente a el a la chica perfecta que para colmo está interesada en el.

- Señor

-¡ Señooor! - una hermosa chica chasqueaba los dedos para llamar su atención.

Mateo regresó a ver a la chica y se disculpó. En la tienda Mateo debía llevar otro tipo de vestimenta y peinado, algo que odiaba pero lo que menos soportaba era a sus clientes.

- Se supone que es una tienda de prestigio, no sé cómo contratan a cualquier extranjero - La chica se dirigía de forma despectiva.

Mateo con un respiro se dispuso a ayudarla. El correo de Mateo estaba lleno de ofertas de trabajo rechazadas o que no cumplían su perfil, aquella tienda donde trabajaba era del tío de su amigo, donde pretendía trabajar hasta conseguir un empleo a su gusto pero la suerte no lo acompañaba.