Como entrenar a tu Dragón: Cambiando la Historia

Capitulo XXV

===== Narra Heather =====

—¡Miren! ¡Ya puedo volar desde muy alto! —Alardeó Patán volando sobre Colmillo a una gran altura, aunque a una velocidad muy lenta.

Ya habían pasado tres días desde el entrenamiento anterior de los chicos de Berk. Sinceramente me sorprendió mucho ver que Astrid finalmente había logrado montar a su Dragona, la cual llamo Tormenta, y mucho más que pudiera volar sobre ella a una velocidad bastante buena para ser una novata.

"¿Que había estado haciendo en esos tres días?" Pensé viendo como ella y Camicazi volaban fuera del Ruedo.

Camicazi incluso comenzó a competir con Astrid para ver quién era mejor. Obviamente ganaba Camicazi ya que tenía más experiencia siendo jinete de dragón, pero, Astrid aprendía muy rápido.

—¿Cuanto tiempo me llevará poder volar como Astrid? —Pregunto Patán viendo a Astrid a lo lejos.

—Algunos aprenden más rápido que otros —Le respondió Leina riendo levemente.

Leina era la que se encargaba de supervisar el entrenamiento de Patán. A decir verdad, Patán era el Berkiano que menos me agradaba debido a su actitud arrogante. Aunque parecía que a Leina le agradaba un poco.

Por otra parte; Valka, había regresado a la Isla Dragón para vigilar el huevo del Salvajibestia. Mientras que yo tenía que supervisar a los gemelos, Brutacio y Brutilda, y a Patapez.

Patapez ya podía volar bien gracias a la baja velocidad de los Gronkle's así que decidí ponerlo a practicar tiro al blanco con Albóndiga. Le coloque varios objetivos dispersos en el ruedo para que él controlara a Albóndiga y la hiciera disparar en el blanco.

Y a los gemelos únicamente los puse a volar sobre su Cremallerus y les prohíbi que hicieran explosiones, conociéndolos, podrían hacer que la Cabeza del gas expulsará una gran nube para que luego la Cabeza de la chispa la hiciera explotar.

Suspiré con pesadez, estar pendiente de cualquier posible desastre era agotador.

Pero, reconocía que los ahora "Jinetes de Berk" habían progresado bastante bien en los últimos días.

—¡Bien, escuchen! —Exclamé en voz alta llamando la atención de todos—. Ya es momento de darles una misión más difícil —Informe.

—¡Genial! —Dijeron ambos gemelos chocando sus cascos.

—Lo que sea que tengas preparado lo superaré sin problemas —Dijo Patán presumiendo sus músculos.

Reí al ver la actitud tan confiada que tenían. La misión que tenía en mente podría no resultar tan fácil para ellos.

—Lo que tendrán que hacer será...

En ese momento fuí interrumpida por un agudo rugido de furia nocturna. Y rápidamente Hipo y Chimuelo aterrizaron en el ruedo junto a mí y los demás.

—Otra vez llegas tarde —Le dije con obviedad a Hipo quien estaba bajando de chimuelo.

—Disculpa eso —Dijo Hipo—, es que me perdí por los senderos de la vida.

—Sí, sí, como no... —Dije mientras Leina saludaba a Hipo.

—¿Como han progresado las cosas por aquí? —Me preguntó mirando a los chicos de Berk.

Le expliqué rápidamente el progreso que había tenido cada uno de los Berkianos. Y también le conté sobre la misión que tenía preparada para ellos.