Capítulo 4: Una operación marcada

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Justo el mes que pensaba hacer los preparativos para proponerle matrimonio a Ángela, tuve que ser intervenido médicamente por un traumatismo cráneoencefálico, que ocasionó un derrame cerebral dañino hacia mi salud.

Un 23 de agosto iba saliendo de mi casa, y cuando estaba apunto de entrar en mi vehículo para ir al concesionario fui impactado con una barilla metálica en la cabeza, que me habían pegado unos vándalos malandros para robarme el teléfono, dinero, y el auto.

Los hombres me dieron por muerto porque estaba sangrando demasiado y estaba apunto de fallecer por hemorragia, hasta que una de mis vecinas me vio, y me llevó rápidamente a la clínica.

Por la gravedad de mi estado de salud, no me quise preocupar en buscar a quienes me robaron y dañaron aquellas vez para despojarme de mis pertenencias materiales, por dicha razón me quedé sin auto y sin teléfono por un tiempo. Lo que sí me dolió es que en mi cartera yo llevaba un álbum de fotos de mis seres queridos, y entre ellos estaba mi abuelo amado, que murió y yo le tenía muchísimo cariño, y aparte muchas fotos de Ángela, cosa que sí me entristeció, porque en verdad significaban muchísimo para mí.

Estuve meses hospitalizado, mi familia me visitaba al igual que mis amigos, pero la persona que estaba 24/7 a mi lado, era mi amada, Ángela, quien no decidió fallarme y me cuidó como ninguna otra persona lo había hecho alguna vez, aparte de mi madre, claro.

Siempre estaba para mí y eso hizo que me enamorara mucho más de ella.

+Ángela, amor... Ya no deberías seguir aquí, anda a casa y descansa un poco. Le dije.

- Roy, no te voy a dejar solo. ¿Tú me has dejado sola alguna vez? - Me recalcó, con mucho amor mientras veía mis ojos.

+ Supongo que no, bueno, tienes razón, pero no te ves muy bien, deberías tomar un descanso.

- ¿Me estás llamando fea? ¡Descarado!
-.Exclamó entre risas.-

+ No, no, jajaja, sólo digo que deberías tomarte tiempo para tí también, esto te va a desgastar a tí, y a tu rendimiento en clases.
-. Le dije con desvelo.-

- Te amo, Roy. Está bien, voy a ir a dormir al apartamento, pero jamás te dejaré solo, no quiero y no pienso hacerlo.
-. Me dijo mirándome a los ojos ya un poco llorosos y cansados, llenos de ojeras.-

+Lo sé... Yo tampoco te dejaré sola, lo prometo, mi amada...

Por un tiempo me desanimé porque con el costo de las operaciones no tuve dinero para comprar un anillo propio para ella, y plantearle matrimonio, por lo tanto, opté en no comentarle nada por los momentos hasta que fuera el instante indicado.

Al final unos meses después me dieron de alta, y me recetaron beber pastillas antiinflamatorias y algunos antibióticos cada día a las 2:35 PM. Ya me sentía mucho mejor, y ya tenía algo reunido para comprarle el anillo, pero, escogí mejor salir a celebrar con ella y fuimos a comprar una nueva camioneta para salir a cenar. Estuvimos planeando irnos de vacaciones a Miami o alguna isla del Caribe, pero ella después se negó porque decía que no quería ir, que según no sabía por qué, pero no quería.

Ella decía todo eso, que no quería y ya, sin embargo yo sabía que se negaba era porque eso le recordaba a Ernesto, por lo que en mi sano juicio, yo la comprendí y no hablamos más del tema para no presionarla o hacerla sentir mal, era lo que menos quería hacer.

Me mejoré y seguí trabajando, todo iba a bien en mi vida, cada vez mejor a pesar de todos los problemas, Ángela por los estudios se mudó de Caracas a Puerto La Cruz, justo en Lechería, y yo para acompañarla decidí irme con ella también, sin embargo vivíamos en diferentes apartamentos porque ella se quedaba en el complejo de la universidad que era más cercano para ella. Todo iba de maravilla en mi vida, una gran etapa, pero en un momento todo cambió...

ROY: La Historia De Los Muertos Atrapados [En Proceso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora