ROY: La Historia De Los Muertos Atrapados [En Proceso]

Capítulo 10: Reunión de almas

Me desperté y Sariel me había llevado a un lugar muy peculiar y diferente, donde no había estado nunca antes. Me sentía horriblemente mal por Ángela y mi familia porque debían de estar desesperados buscándome sin encontrar rastro alguno mientras no podía decirles ni una sola palabra o siquiera verlos frente a frente para darles un último abrazo.

El lugar a donde Sariel me llevó, me dijo que era llamado el Sirilio, es un lugar en el mundo terrenal donde se reúnen todas las almas en pena. Geográficamente estaban distribuidos a lo largo del mundo pero casi siempre eran en los bosques ihnóspitos, era oscuro, sólo había árboles y bancos donde sentarse. Uno de los Capti que estaba allí me dio la bienvenida mientras Sariel se ocupaba de unos asuntos.

- Hola, tú debes ser Roy, ¿No?

+ Sí

- Hey, es irónico que hayas muerto ahogado y seas tan seco, jeje.

+ Mira, discúlpame amigo pero no estoy de humor para chistes.

- Lo siento mucho, Roy. Es un gusto conocerte, todos hablábamos de ti antes que llegaras, mi nombre es Mario.

+ Un gusto Mario... Gracias por la bienvenida, aunque no me siento "bien" al haber venido. Podrías contarme más de este lugar?

- No es fácil al principio, créeme.
Mira te explico, estos son los Sirilios, como ya sabes, es donde nos reunimos. Técnicamente es nuestro campamento en el mundo de los vivos, y tiene que ser en los bosques, sólo allí nuestras almas pueden vagar en pena sin dañar a los vivos.

+ Vaya, me imagino... Con razón todos están con esos lamentos a más no poder.

- Sí, aquí vas a oír de todo tipo de lamentos hasta que al fin se vayan al más allá. Es tan fuerte la concentración de gritos de desesperanza que hasta los vivos pueden oírlos, ellos le dicen "árboles llorones" o aveces en las noches lo confunden con la mítica historia de la llorona y etc, pero no, somos nosotros.

...

Posteriormente me despedí de Mario y continué observando aquél lugar. Su luz era tenue, pero se podía ver todo, no era un sitio acogedor pero tampoco era un lugar incómodo, simplemente era neutro, ni mal, ni bien.

Era una especie de reunión de almas, todos conversaban y hablaban, sólo hacían eso. No había lugares para dormir ni mucho menos para comer, no existía infraestructura alguna, simplemente era una reunión de muertos conversando entre sí.

Estaba más aliviado al no cargar con el peso de la intriga y la confusión porque al fin sabía lo qué me había pasado y el por qué de todas esas situaciones tan extrañas. Pero no podía evitar sentirme mal por mi preciosa y amada Ángela, quién debía estar desesperada buscándome junto a mi familia sin cesar.

¿Ya, estás listo para irnos? -. Me dijo Sariel.

¿Irnos a dónde? .- Le respondí

-Tienes que hacer muchas cosas para poder ir al más allá, y te están solicitando, Dios me dijo que tiene que hablar contigo...

+ ¿Conmigo, para qué?

- ¿A caso crees que lo sé? No tengo idea, simplemente me dijo que debes solucionar tus problemas en la tierra y al fin ir para que hables con él, porque es sumamente urgente.

+ Con todo respeto no quiero desobedecer ni subestimar pero yo primero necesito hacer que mi amada no piense que yo la abandoné, le prometí nunca hacerle lo mismo que ese desgraciado de Ernesto, ojalá supiera en qué parte del mundo está para ir a hacerle la vida imposible.

- Cuida tus palabras, Roy. Por si no lo sabes, Ernesto, bueno mejor dicho, el cuerpo de Ernesto está junto a su familia hundido en el océano atlántico mientras que los tiburones se alimentan de su podrida carne.

+ ¿Qué? ¿Es en serio?

- Así como lo escuchas.

+ Santo Dios, ¿me estás diciendo que todo este tiempo el no la abandonó a ella, sólo había muerto?

- A él le pasó lo mismo que a tí, sin embargo él no murió porque se fue de forma egoísta manejando en su auto a gran velocidad porque creyó haber visto a Ángela siéndole "infiel". El murió cuando una tormenta tropical azotó su navío, y se fue de forma urgente y sin avisarle a Ángela, es porque uno de sus familiares estaba grave de salud y tuvieron que irse muy rápido. Él le escribió un mensaje a Ángela pero nunca llegó...

+ Mier... Sariel me siento horrible, de verdad no tenía idea. Yo soy el patán aquí y siempre lo he odiado sin razón, vaya... Debería irme al infierno.

- Ahórrate las disculpas y pídeselas a él, no a mí. Hijo, el infierno no existe, es una creencia errónea que los humanos han plasmado a las religiones, simplemente todas las religiones tienen un punto neutro donde se concentran en uno solo, por eso todas tienen algo en común, unas más que otras. Pero, el infierno, es el que vives en la tierra, tampoco existe un Edén, lo único horrible que puedo decirte es que... La eternidad cansa.
Ernesto y su familia también son muertos Capti y tal vez los veas pronto. Así que ya vámonos.