AGAINST [Adam Driver] |PRIMERA PARTE|

Capítulo XXIII

Días después Adam y yo regresamos a la ciudad para seguir con nuestras rutinas aburridas de siempre, yo continuaría yendo a la universidad y el seguiría con sus negocios, supongo.

Después de llegar al aeropuerto tomamos un taxi juntos, llegamos a mi edificio y el me ayudó con mis maletas.

-No hagas planes para mañana, pasaré por ti después de la escuela- me abrazó y me dio un corto beso en los labios. Sonrió y se marchó.

Al siguiente día me alisté para ir a la escuela, traté de arreglarme de una forma casual pero linda para Adam, use algo de maquillaje, algunas joyas, un par de zapatillas abiertas y ondule mi cabello.

Las clases fueron algo estresantes, nuevos maestros, nuevos horarios y mucha tarea inicial. Tuve una hora libre que aproveché para comer algo, estaba sentada sola en la cafetería, leyendo algunas hojas con información curricular de mis nuevas clases.

Jared llegó por detrás mío y me asustó, luego se sentó frente a mi, no le presté atención.

-Te ves despampanante hoy Lu, ¿De dónde sacaste esa ropa y esas joyas?-

-Creo que eso no te importa Jared, estaba tratando de leer esto-

-Me parece que no despertaste de buenas ¿verdad?, como sea, no venía a hablar de eso, solo quería saber porqué no has respondido mis mensajes-

Dejé mis hojas a un lado y lo miré a los ojos.

-¿Qué querías que contestara a eso? ¿Te he dicho que no tengo interés en ti? Estábamos teniendo un buen comienzo y lo arruinaste con tus tonterías de estar enamorado de mi-

-Lo único que quiero es estar contigo, por favor no me alejes de tu vida, si no te sientes cómoda entonces te prometo que no volveré a molestarte con eso, déjame ser tu amigo- me tomó de la mano.

Rodeé los ojos y suspiré, como sea, luego pensaré como quitármelo de encima.

-Sólo amigos Jared- le sonreí y lo tomé de la mano también.

Estaba sentada en una banca fuera de la universidad, algo inquieta por ver a Adam.

-¿Te llevo a tu casa?- Jared preguntó mientras se subía a su motocicleta y me extendía su casco.

-Gracias, pero estoy esperando a alguien-

Justo en ese momento un Bentley se estacionó en la acera de en frente, acaparando la atención de algunas personas.

Me levanté y traté de correr hasta llegar al auto y entrar rápidamente.

-¿Era necesario llegar en uno de estos? Todos nos miran Adam.- le doy un pequeño empujón.

-Ese era el propósito, para que quede claro que eres mi chica- me acercó a él y me besó lentamente. -¿Otra vez estabas hablando con ese chico? ¿Te atreves a desobedecerme señorita? -
Lo dijo con la intención de asustarme pero solo me encantó su tono demandante.

-Solo es un amigo molesto que no puedo quitarme de encima, pero creo que ahora sabe que no debe meterse conmigo- dije mientras recostaba mi cabeza sobre sus piernas y empezaba a jugar con su cabello.

Adam me guiaba por unos pasillos, tenía las manos sobre mis ojos de manera que no podría ver nada.

-No creo merecer lo que sea que me espera Adam, un secuestro, un asesinato o en el mejor de los casos una sospresa- rió detrás mío.

-No te preocupes Lu, el secuestro está planeado para otro día- reí mientras el abría una puerta y me hacía entrar a ese misterioso lugar.

-Si querías meterme en una habitación de hotel no necesitabas taparme la vista-

Entonces me destapó los ojos y pude ver que estábamos dentro de un departamento muy lindo, con un balcón al fondo y una hermosa vista, parecía estar recién amueblado, la decoración era hermosa.

-¿Me trajiste a conocer tu nuevo departamento? - voltee a verlo mientras el extendía su mano y me entregaba las llaves.

-Te traje a conocer tu nuevo departamento Lu- dijo mientras cerraba la puerta y se sentaba en la sala.

-Yo no puedo aceptar esto Adam, es demasiado, yo podría pagarlo con lo que me das semanalmente, estoy bien en mi viejo departamento-

-No lo creo, tu edificio se está cayendo a pedazos, tú departamento apenas se mantiene en pie y apenas y tienes espacio para tus nuevas cosas.-

Me hizo una señal para entrar a la habitación, entre y todo parecía normal, una cama enorme y algunos muebles con la misma decoración de la sala. Entonces abrí otra puerta y pude ver que era un closet, era enorme, parecía mi viejo departamento, repleto de ropa nueva y muchos zapatos nuevos, entonces salí corriendo a donde estaba Adam, me abalancé sobre el y caímos en el sofá.

Lo besé intensamente como muestra de mi gratitud, llevé mi mano a su entrepierna y empecé a masajear rápidamente, mientras el profundizaba el beso y me envolvía con sus fuertes brazos, pero lo sentía distraído.

-¿Pasa algo malo? Te noto algo serio- digo después de separarme del beso, aun seguía sobre él.

Silencio, luego responde.

-Solo tengo un par de dudas que rondan en mi cabeza desde que estuvimos en casa de tus padres- me mira con atención y acaricia mi espalda con cariño. - Tu madre parece ser una buena persona, fue amable y atenta, siempre trató de hacerte sentir bien, pero tú siempre te viste algo incomoda y la ignorabas la mayoría del tiempo-.

Suspiré y dudé si contarle ese tipo de cosas a alguien que me paga por sexo. La situación cambió por completo.

-Ella no siempre fue la madre que tu viste, mi infancia fue normal pero mi adolescencia no tanto, fue algo estricta conmigo y exageraba con su deseo de que yo me comportara como una señorita, tomé clases de modales, dónde me enseñaban a "ser una señorita", puedes creer que no es lo peor del mundo pero si, lo es- empecé a acariciar su cabello y jugar con el.
-Llegó el punto en que se fijó no solo en mi actuar si no en mi físico, empecé a ganar algo de peso, todo fue una locura, como resultado tuve un desorden alimenticio, para ella fue algo menor hasta que todo acabó cuando me encontraron inconsciente en mi recámara por sobredosis-

La expresión de Adam cambió instantáneamente, yo empecé a hablar con un tono de voz más serio.

- Tal vez pienses que es algo que no se deba de contar a cualquiera así como así, pero la verdad es que ya lo he superado, por eso me es fácil contar la experiencia, para mi mamá no tanto, prefirió aparentar como si nada hubiese pasado y yo, en cuanto tuve oportunidad, salí de ese pequeño vecindario para entrar a la universidad y hacer las cosas por mi cuenta-

Adam no dijo nada y solo me abrazó con fuerza, sosteniéndome unos minutos.

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