AGAINST [Adam Driver] |PRIMERA PARTE|

Capítulo XXVI

-¿Que le parece este vestido señorita?- me preguntó la empleada del lugar, esta vez tenía que elegir un vestido deslumbrante, Adam me llevaría a una gran boda este fin de semana, al parecer a los socios les gustaba aprovechar las celebraciones de amor para hacer negocios.

Kaitlin estaba conmigo, me ayudada a escoger el vestido indicado, ya habíamos recorrido varias tiendas así que cada una cargaba con varias bolsas de compras.

- Yo creo que luces muy glamorosa amiga, ese vestido es el indicado para una boda- dijo mientras me sonreía.

-Me llevó este entonces señorita, y uno más en color negro, por favor- dije mientras caminaba al probador.

-Quien diría, pareces toda una mujer de la alta sociedad, tú apariencia derrocha dinero, solo mírate, tú piel perfecta, tú cabello perfecto, uñas, ropa, zapatos, joyería, de nada- dijo mientras soltaba una pequeña risa.

- ¿De nada?- pregunté algo confundida mientras me cambiaba de ropa.

- Hace año y medio te compartí mi alternativa de negocios y nunca he recibido un "Gracias Kaitlin, tienes lindos pechos" - fingió indignación.

-Sería algo raro decir gracias y luego alabar tus pechos.... pero en serio, no se siente como un año y medio, Adam y yo hemos estado tan unidos y comprometidos uno con el otro últimamente, hasta he pensando en hacerle saber mis sentimientos por el- dije mientras salía del probador y recogía mis bolsas para ir a la caja.

- Llevó meses diciéndote que es una mala idea, si vas a hacerlo solo no quiero verlo ni saber qué pasa después- me acompañó a pagar mis vestidos.

Llegó el fin de semana y Adam estaba a punto de pasar por mi para ir a la boda, había decidido combinar el vestido con la mejor joyería que Adam me había regalado.

Adam pasó por mi en su reluciente Ferrari, cuando se lo proponía podía ser tan egocentrico e insoportable.

-No puedes verte aun más hermosa en ese vestido , de verdad me encantas - Dijo mientras me acercaba para saludarlo con un beso en la mejilla.

-Tú no te ves tan mal, date un poco de crédito también- me interrumpió con un beso lento y apasionado, sus labios dominaban los míos.

-Como quisiera arrancarte todo de una vez y hacerte mía ahora mismo- me dijo al oído con su voz gruesa. -No puedo esperar hasta que estemos de regreso por la noche- agregó mientras su mano traviesa acariciaba mi trasero sutilmente, lo tomé de la mano y lo metí al auto.

-Se hace tarde Adam, pero para hacerte menos dura la espera, quiero avisarte que no estoy usando ropa interior- No vi su expresión, pero puedo jurar que me miró con gran lujuria.