Su familia y el gobierno lo han recluido en un psiquiátrico tras un atroz hecho.
La llegada al lugar lo hacen reencontrarse con varios fantasmas de su pasado obligándolo a ignorar esa voz que le grita: "¡La amnesia es la mejor medicina para combatir...
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Lo seguimos hasta llegar a la que supongo es su habitación.
— ¿Y qué es eso de lo que tenemos que hablar? — indaga Lizzy adentrándose en la habitación.
La mitad del lugar todo es más penumbra que nada, hay una ventana de cristal con algunos rayones y arañazos en ella, luego está su cama extrañamente ordenada.
¿Qué tiene que ver? Solo digo que para ser un adolescente es extraño que tenga su cama bien organizada. ¿Podrían dejar de hablar de mi amigo?
— Creo que no fuiste el único que visitó a Joseph esa noche. — comienza a decir.
— ¿A qué te refieres? — pregunta Lizzy confundida.
— Vi entrar a Joseph con alguien más, la persona salió poco antes de que tu entraras. — dice sentándose al borde de su cama.
— ¿Cómo sabes eso? — está vez soy yo quien hace la pregunta.
— Yo iba de regreso del despacho de la psicóloga, rumbo a mi habitación cuando lo vi. Se me hizo raro que tardarás tanto en salir y poco después grito la mujer. — nos explica.
— ¿Recuerdas como era? — pregunto algo ansioso.
— Era una persona baja y delgada, traía una chaqueta que cubría su rostro. — nos describe con la mirada perdida como si estuviera reviviendo la escena.
— Entonces hay que hacer una lista de sospechosos flacos y chaparros. — propone Lizzy algo animada.
Tiene razón al estarlo es la primer noticia buena que tenemos desde que pasó lo de Kris. Es verdad.
— En ese caso tú serías una sospechosa. — bromea Libardo.
Lizzy ríe y le lanza una sábana y está impacta en la cara de Libardo.
Comenzamos una pelea de almohadas y reímos como hace mucho que no lo hacíamos.
Es tan cursi ésta escena. Quizá, pero no está tan mal.
— Kris Rees, acompáñame. — me pide el Doctor Ben o supongo que así le dicen.
— ¿Qué le hará? — cuestiona Lizzy a la defensiva.
— No le haré nada malo Lizeth. — le tranquiliza el hombre.
Miro a Lizzy intentando hacerle creer con mi mirada que estaré bien. Libardo por su parte asiente y hace una mueca que no se cómo interpretar.
Lo sigo hasta llegar a una habitación con algunas camas.
— ¿Por qué estamos aquí? — pregunto temiendo la respuesta.
— El Director del área decidió que lo mejor era que estuvieras en confinamiento, al menos hasta que demuestres no ser una amenaza para tus compañeros. — me explica Ben.
