Borrón y heridas nuevas.

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Aquí estoy solo en la habitación, acabo de  amenazar a Bianca.
Me siento molesto, pero lo que más me confunde es que se sintió bien hacerlo. Me sentí bien al decirle eso, quizá debería o quizá no, el punto es que no siento ningún remordimiento.

Cómo tú conciencia, es mi deber decirte que eso estuvo mal.
Yo no lo tacharía de malo, quizá fuiste un poco cruel. Ajá, lo importante es que le dijiste la verdad.

Ya no sé ni qué pensar.

Lo mejor será ir a despedirme de los chicos por si deciden llevarnos por separado.

Es algo tarde, por seguridad deberíamos permanecer aquí.

Ignoro a Finn y salgo en busca de mis amigos.

- ¡Al fin te apareces! - exclama Libardo.

Sonrío en respuesta y me acerco a él.

- ¿Y los demás? - indago buscando al resto de nosotros entre los ineptos de mis "compañeros".

- Charlie fue por una malteada, y no hemos encontrado a Iván. - me informa.

- Vayan a buscarlo. - grita Charlie desde el final de una fila a unos metros de nosotros.

- ¡Claro! - responde.

(...)

- Solo puedo decir que ya recorrimos medio lugar y no lo encontramos. - se queja Libardo.

- Aún nos falta buscarlo en alguna otra parte. - replico con un poco de esperanza.

- No hemos pasado por su habitación. - me recuerda.

- Corre. - digo entusiasmado de poder despedirme de uno de los pocos amigos que hice en este infierno.

Llegamos a su habitación, notamos que la puerta está entre abierta.
Nos acercamos sigilosamente y al abrirla lo que veo es un caso aparte, el cual por cierto quedará en mi memoria para siempre registrado como {Nuevo trauma}.

Están Iván y la chica nueva.

Mónica.

En el suelo, ella sobre él y no pensaré en más detalles sobre eso.

Rápidamente salimos y murmuramos un incómodo "Lo sentimos".

- Eso fue... - comienzo a decir.

- Intenso. - termina la frase.

Decidimos que lo mejor es volver con Charlie.

Bueno, aquí estamos en la habitación, sin Charlie. Resulta que él tiene consulta, la cual durará media hora más.

- Solo quedamos nosotros. - comento.

- Así es.

- ¿Sabes?; Ya no quiero ser Kris, el que perdió a sus padres y también la cordura. - digo un poco triste.

- ¿Quién quieres ser ahora? - indaga con curiosidad.

- Zeid.

- ¿Zeid? - repite extrañado.

- _Ze_ por Zeus quién es tíldado como el máximo líder, en mi mundo interno yo también lo quiero ser; la _I_ porqué todas estas identidades tienen una en su nombre y forman parte de mí; por último la _D_ me recuerda el nombre de la persona que merece de todo menos ser feliz. - le explico.

- Es bastante interesante, y mucho mejor que todo mi nombre. - comenta medio en broma.

- ¿Y cuál es tu nombre completo? - cuestiono arqueando una ceja.

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