De Las Heridas... Recuerdos

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Anoche después de la pelea con Beck no pude conciliar el sueño, las pesadillas y el remordimiento me impidieron dormir.
Son las 7 a.m. y estoy de pie junto a la ventana, debatiéndome entre tirarme o seguir está lucha sin sentido.

— Kris, ¿Estás bien? — indaga Alex adentrándose en la habitación.

— No pude dormir, tuve pesadillas, las pastillas no hacen más que aumentarlas. — le explico con la mirada fija en el techo.

— ¿Cuántas tomaste? — curiosea.

— Tres y se supone que por mi condición con una debería tener para dormir toda la noche. — respondo secamente.

Posa su mirada en mi y me es imposible no sentirme culpable por lo mal que lo tratarían las personas de saber que yo soy su hermano.

— Solo no le digas a nadie. — le pido.

Me da una mirada de complicidad y sonrío.

Sin previo aviso Beck entra a la habitación, por cómo se tambalea puedo deducir que sigue ebrio.

— Ve con Meli. — le ordena a Alex.

El por su parte me mira como pidiendo permiso y asiento. Alex nos lanza una mirada furtiva antes de salir.

¡Aquí vamos de nuevo!

Acabamos de tener una pelea y tenerlo en mi habitación es tentar terreno, un paso en falso y podría hundirnos en un sin fin de peleas las cuales siempre intentamos evitar.

•Préguntale.•

De nuevo esa maldita voz.

— Tengo una especie de amnesia, y no recuerdo nada de lo que pasó hace ocho años. — le explico pidiendo una implícita respuesta.

Se encoje de hombros — No estoy seguro de que quieras saberlo, digo por algo tú mente lo bloqueó. ¡Para evitarle dolor al pobre Kris! — ironiza.

— Por una vez en mi puta vida necesito que me trates como una persona normal y no como alguien enfermo. — le pido un poco exasperado, pero con el mismo tono.

— Eso es lo que eres y además  no creo que...

— Solo dilo. — le reto.

Lara entra a la habitación

— ¿Quieres saberlo? — vocifera.

Asiento en respuesta.

— ¡Ya oíste Lara! ¡El pequeño Kris quiere saber toda la mierda que ocurrió ese día! — ruge con rabia.

— ¡Beck, basta! — chilla Lara.

— Es hora de que el sepa que la muerte de mis tíos no fue tan jodida, y que tuvo suerte de haberlos perdido en un accidente. — brama Beck ignorándo sus súplicas.

Lo veo tragar saliva, Lara está roja del coraje y la puerta entre abierta me confirma que probablemente no somos los únicos envueltos en esta discusión.

— Fuimos de viaje familiar a la playa, tus padres y los míos salieron a cenar, todo estaba bien hasta que un mesero amable le sonrío a mamá ahí papá desató la bestia primero se largó y se embriagó... — traga saliva y su mirada se torna nublada —Creí que la pesadilla ya había terminado, aunque en realidad fue solo el comienzo, llegó en la madrugada; tú y yo estábamos dormidos con mi madre en un sofá, él... — noto como comienza a hiperventilar y me cuestiono si debo pedirle que pare, por su bien o al fin descubrir un poco de mi pasado. No obstante, se aclara la garganta — Él la levanto a tirones del sofá, la llevó a la cocina y yo corrí al baño, estaba tan asustado que me olvidé de ti. Cuando escuché que se fue salí encontré a mamá semidesnuda inconsciente en el suelo y tú estabas echo bolita bajo la mesa no dejabas de temblar. Kris, de verdad lo siento yo fuí un idiota, debí haberte llevado conmigo. En lo que corrí por ayuda se la llevaron. ¡Tú por tu parte viste todo y en lugar de hacer algo, simplemente lo olvidaste! — grita y da un paso al frente.

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